RODOLFO
❄
Desearía entender, por qué Jenny y Len me llevan arrastrando por los pasillos de la mansión Claus. La subida de las escaleras fue la parte más complicada, rebotaba con cada escalón y ando con dolor de espalda.
El resto de Jingersix portan mascaras, excepto ellos.
Los enmascarados nos siguen.
El pasillo no se me hace conocido, debe ser de la ultima planta de la mansión, a la que nunca fui. Saint le gustaba mantenerme a la vista, jugábamos cada que tenía tiempo.
El collar que me dio, lo usaba desde niño. Imaginando que estaría protegido.
Mantengo abajo las manos, lejos de los cascabeles. Si jalo uno, atraeré a Krampus.
—Al fin lo trajeron —escucho decir a Zaith—. ¿Y la daga?
—Debió caerse cuando lo subimos a la camioneta —responde Len.
Una cachetada se hace sonar.
—Idiotas, esa reliquia es lo que puede matar a mi tío —dice Zaith—. Ya que. Al menos me lo trajeron de regreso.
Grito por ayuda, y Zaith me inserta una patada.
Vuelven a arrastrarme, subiéndome a una silla. Pasan sogas alrededor de mis piernas y las patas del asiento, haciendo nudo por mi espalda.
Los demás enmascarados entran al enorme cuarto cerrado. Zaith se posiciona delante, entre Jenny y Len que apoyan las mascaras sobre el regazo. Zaith me da un puñetazo en el rostro.
Agita la mano, acariciándose los nudillos ensangrentados.
—Te seré directo, Keith —Zaith se limpia en el cuello de la capa—. Desde que llegaste a esta casa, te he detestado. Ahora tengo la oportunidad de desquitarme contigo, como carnada.
—¿Qué te hace pensar que vendrá?
—Eres la reencarnación de Lilith, la amante de la bestia —señala con recelo—. Su muerte evitará la llegada del Apocalipsis.
—¿No lo entiendes? Esto está mal. Saint no querría que te aliaras con Jingersix, son asesinos.
Pone los ojos en blanco.
—Ya lo sé, así me ayudan mucho más que cualquiera de ustedes. Los renos sí ayudan y todo —se acerca, tomando de mi mentón. Obligándome a verlo, aunque intente evadirlo—, pero no saben usar bien esas boquitas más que para chupársela a los demás. Imagino que Krampus ya te hizo hacérselo.
Los enmascarados ríen junto con Zaith, que se pasa las manos por el cabello echado hacia atrás. Enseña los dientes.
—Sabes que es cierto. Te quieren para cogerte. ¿O piensas que tienes otro propósito? —levanta la pierna, poniendo su bota en mi entrepierna, haciendo presión y ocasionándome quejidos de dolor. Restriega la suela—. Ustedes son rentables. Menos tú que tenías que ser el favorito de papá. Tenerlo siempre, y ni siquiera sabes porque te quiso traer.
—El propósito de Santa es satisfacer los deseos de su gente, hacer que crean en Wish y el poder en todo lo bueno contra lo malo —elevo la voz.
—¿Quieres saber porque papá te trajo?
Silencio.
—Te trajo aquí, porque eres una amenaza —dice.
—Mientes.
Se aleja con las palmas alzadas.
La daga que me dio, sale levitando bajo su capa, y se queda así al lado suyo.
—Yo no miento, Keith. Mi padre le dijo a los tuyos lo que eras y por eso te odiaban, te odiaban tanto que te abandonaron incontables veces —dice como si le alegrara—. ¿Por qué no moriste ese día? Papá sabía que vendrían tiempos oscuros. Dices que te salvó pero, ¿Qué tan bien recuerdas el día que llegaste? A lo que yo recuerdo, llorabas para regresar con tus padres.
—Cállate.
—Tenías que ser débil. Tenías que acatar ordenes, comportarte pero tenías que seguir con la misma rutina de todos tus antepasados —Zaith arremete en ira y lastima, tomando la daga. Juega con ella.
—Ya cállate.
—Esta será la última vez que estés en la fábrica —Zaith me apunta con la daga que se guarda en el cinturón.
Gira sobre la suela de las botas, elevando la capa con pompones, saliendo seguido de Jenny y Len. Ambos se giran para verme, sin lastima alguna más que el mismo desprecio que irradia Zaith de los ojos.
La risa de Zaith tras la única puerta de salida, me entristece.
Los enmascarados disparan, dañando mi audición y dándole a una de mis orejas.
Pregunto al aire, la razón para qué me este pasando esto.
Y creo que, al final, nada es nuevo para mí.
Nada es nuevo cuando te gritan en el oído.
Tomo aire, cerrando los ojos y estirando los dedos.
Decían que la bestia acabaría con la navidad, pero es su propio hijo.
El rey Santa Claus.
❤
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La Lujuria De Krampus [ C.D.L #1 ]
RomansaHa sido conocido como "El Reno de la nariz roja", el peor trabajador de la fabrica. El accidente que provoca, es otra de las tragedias que debe soportar junto con la muerte de Santa Claus. En lugar de ser despedido, se le da un trabajo especial: Mat...