CAPÍTULO 4

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Tres horas después de que se fuera Alessandro, llegó su equipo de imagen, tenían encargado dejarme lista para la gala y estaba verdaderamente nerviosa con todo esto, era mi primera vez asistiendo a un evento de tal magnitud y no sabía que debía hacer o decir.

¡¿Por qué me metí en esto?!

—Tu hija —me recordó mi subconsciente emocionada por la acción.

Claro.

Me prepararon un baño demasiado relajante y purificante, según ellos debía de tener mi piel radiante.

¿Cómo era eso?

No tenía la menor idea, pero no era quien para negarme. Había sido el mejor baño de toda mi vida y estaba muy relajada...por ahora.

Me puse mi bata de baño y salí, encontrando un improvisado salón de belleza en mi habitación.

—Aw —susurré. Si que eran rápidos.

—Eres tan hermosa, entiendo porque el señor Lombardi esta contigo...tu belleza es natural —comentó una de las chicas que se encontraban aquí.

—Fue tan estricto en cuanto al tema del maquillaje —otra suspiró enamorada—. Dijo que eras realmente bella al natural... ¿Cómo lo enamoraste? ¿Cómo te pidió que fueran pareja? ¡¿cuéntanos?!

Las miraba entre sorprendida y con ganas de salir huyendo.

—¿Él dijo todo eso? —pregunté, aparentando tranquilidad.

—Sí, claro que sí... ¿nos contaras?

—Fue romántico —¿Qué mierda decía? —. Me propuso ser su novia en una cena al aire libre, había tantas estrellas esa noche...y simplemente lo preguntó y claro que le dije que sí, estamos muy enamorados.

Por poco y hasta yo lo creía. Todos en la habitación suspiraron y dieron pequeños chillidos de alegría.

—Te dejaremos hermosa, bellísima, te robaras todas las miradas de la noche...el señor Lombardi quedara asombrado.

Solo asentí y me dejé hacer todo lo que querían. Pusieron un poco de música, lo cual agradecí, así no tenia que estar respondiendo a preguntas sobre mi relación con él. Tenia la vaga sospecha que mis respuestas las venderían a una revista de chismes, pero quería confiar en que estas personas eran profesionales.

Lucia se levantó cuando estuve lista y todos se sorprendieron al verla, empezaron nuevamente con una ola de preguntas, pero esta vez no respondí a ninguna. Mientras recogían todo, llevé a mi hija a la cocina y preparé algo ligero para ambas.

—Mami, estas muy hermosa —sus ojitos brillaban de la emoción—. Pareces una princesa, solo falta el vestido.

—Es cierto, solo falta el vestido...mas tarde me lo pondré —sonreí y empezamos a comer.

Le expliqué que tendría que acompañar Alessandro a un evento y que tendría que quedarse con su tía Sofia hasta que llegara, claramente no puso ninguna objeción, amaba estar con Sofía, pero antes le prometí que al día siguiente seria un día de chicas y la llevaría a cine, aun sabiendo que teníamos uno en casa.

—Señorita Maia, todo quedó exactamente como estaba...esperamos que la pasen muy bien.

—Gracias —dije secamente, no quería dar pie a ninguna pregunta.

Los acompañé hasta el ascensor y volví con mi hija, quien acaba de terminar su plato.

—Por lo que veo tenias hambre —dije sonriente.

REFUGIO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora