CAPÍTULO 28

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De repente me sentí muy cansada, así que estuve varios minutos en su oficina, guardaba la esperanza de que volviera, pero él no lo había hecho. Ahora mi única opción era esperar a que mi padre enviara las fotos, pero, aun no creía en él, seguía pensando que todo esto era un plan suyo y de Esteban, no podía bajar a guardia o saldría perdiendo.

Esto lo tomaría como una prueba, si cumplía con su palabra entonces creería que en verdad renunció a la idea de que me casara con Esteban.

—Alessandro, creo que no es bueno... —volteé a ver a Kylie, quien había entrado de repente—. Oh lo siento Maia, pensé que Alessandro estaba...yo...creo que volveré después.

—No espera, no tienes que irte —dije, señalando el mueble en frente de mí. Asintió y vino hasta acá—. Gracias, me gustaría saber lo que estabas por decirle a Alessandro...claro, si puedo saberlo.

—Sé que están teniendo problemas por tu nombre y firma en las autorizaciones, quiero decirte de antemano que sé que eres inocente y Alessandro también...solo esta confundido —asentí—. Él ha estado prácticamente viviendo en su oficina, no salé de ella, se baña, se arregla, come, todo lo hace desde aquí y es que...ha estado investigando, tratando de entender quién está detrás de todo esto. Yo he estado ayudando, pero... hay un limite para todo.

Mi corazón se arrugó al escucharla e imaginarme a un Alessandro estresado, durmiendo incomodo, super cansado para dar con que su madre estaba detrás de todo, él sin duda no se merecía esta mierda.

—Me imaginaba miles de escenarios donde podría haber estado durmiendo y con quien, pero jamás me imaginé esto —dije, sintiéndome un poco avergonzada por mis suposiciones—. Sé quién está detrás de todo —me miró sorprendida.

—¿Ya le dijiste? —cuestionó de inmediato—. Si sabes quien es, él debe de saberlo ya.

—Le dije que era su madre junto con Amelia...ya imaginaras porque no está aquí —sus ojos casi se salieron de la impresión—. Exacto, es algo irreal que ella este detrás de todo, pero...todo esto es porque quiere verlo casado con Amelia.

—¿Tienes pruebas? —sacó su teléfono.

—No, pero las tendré pronto —respondí—. ¿Amelia o su madre han venido?

—Estuvieron ayer, pero no sé si vinieron otras veces...lo sabría la secretaria de presidencia, pero esta fue despedida ayer por Alessandro.

Fruncí mi ceño.

—¿Sabes por qué? —era algo demasiado raro.

—Le estaba dando largas con unos documentos que requeríamos, no es una persona muy paciente estos últimos días así que la despidió sin pensarlo dos veces.

—¿Qué razón existiría para no querer proporcionar lo que pedían? —le pregunté, tratando de entender todo—. ¿Los documentos tenían que ver con la investigación? —Kylie asintió, gimiendo de asombro al entender.

—Ella es cómplice —dijimos al unísono.

Fue en ese momento donde recordé que había tenido que firmar nuevamente autorizaciones del pasado.

—Ella me hizo firmar nuevamente autorizaciones sobre la construcción que se está llevando a cabo en California, los había firmado el mes anterior...la excusa fue algo como: Por el problema que tenían en contabilidad, tuvieron que imprimir y enviar de nuevo todos los documentos.

—¡Mierda! —gritó de repente—. Jamás hicimos algo como eso, mi departamento es el más organizado...de lo contrario estaríamos en la quiebra.

—Fui una estúpida al creerle —me lamenté, tapando mi rostro por varios segundos—. ¿Cómo no te pregunté antes?

REFUGIO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora