-14.

1.9K 200 131
                                    


La reciente pareja había quedado totalmente encerrada en su burbuja de amor.

Los últimos días de vacaciones que les quedaban no habían hecho otra cosa que no fuera estar a un lado del otro, se escabullian por las noches para salir del internado, preparaban de comer para todos sus compañeros, hacían la limpieza juntos y la mayoría de actividades que pudieran sin separse en ningún momento.
Sus compañeros se extrañaban al verlos comportarse así, pero como les terminaba beneficiando que ellos los cuidarán realmente no se hacían un gran problema.
Eran como una pequeña casita.

Había ocasiones en las que no aguantaban que fuera de noche para encerrarse en su habitación y poder tener demostraciones de cariño físicas, por lo que iban a los lugares más recónditos del internado, descubrían los lugares con cámaras y sus puntos ciegos, riéndose y sonriendo con complicidad al sentir que estaban haciendo una pequeña travesura que consistía en besarse y abrazarse por algún pequeño rato.

Pero en un abrir y cerrar de ojos, el entrenamiento intensivo había comenzado nuevamente.

Esta vez no se trataba solamente de uno completamente físico como acostumbraban, si no que también uno lleno de teoría.
Pekerman los había hecho volver al secundario, específicamente a esos primeros años donde recién vas notando la diferencia entre la primaria y la secundaria.
Ellos notaban el marcado cambio de jugar en sus clubes, en la plaza, en la calle con sus amigos y jugar en la selección Argentina encarando para las ligas mayores.
No era cualquier cosa, no se lo podían tomar a la ligera y poco a poco toda su atención se vio enfocada en los entrenamientos.

Aún así, Lionel y Pablo intentaban sacar tiempo de donde no había para poder estar juntos aunque sea por cinco minutos.
Ansiaban la llegada de las noches en las que pudieran dormirse juntos nuevamente y no separarse hasta que fuera totalmente necesario.
Los nervios y preocupaciones por el mundial parecían desaparecer por completo en esos momentos.
Donde no importaba nada más que estar entre sus brazos.

Pero todavía rondaba un pequeño problema en el aire.
Y ese problema tiene nombre y apellido, Roman Riquelme.

Unos días antes de que Scaloni y Aimar cumplieran su primer mes de novios, el menor y su amigo estaban en el comedor después de terminar de entrenar.
El novio del cordobés se había ido directamente a dormir pues no aguantaba más el cansancio.
Aprovechando su ausencia, decidió que en ese momento iba a aclarar las cosas con su compañero.
Estaba a punto de hablarle cuando sintió que su teléfono vibraba al recibir un mensaje por lo que se propuso a responderlo.

-¿Quién es?- le preguntó Pablo, intentando mirar el teléfono de su amigo.
-Es una amiga...bueno, si algo así como una amiga- le explicó -No la conoces igual-
-Mmmmmh...a verla- su compañero le acercó su celular el cual mostraba una foto de una chica, más o menos de la edad de ambos, de piel trigueña, ojos cafés y un hermoso pelo castaño que estaba lleno de rulos que le llegaban un poco más abajo de los hombros y lo que terminaba de acompletar su bello rostro era un lunar casi imperceptible por la calidad de la foto pero que si mirabas bien, podías notarlo a un lado de su ojo izquierdo. Su sonrisa se desvaneció lentamente mientras miraba la imagen.
-Ella es—...-Pablo lo interrumpió.
-Es igual a mi- tenia la mirada perdida, le había respondido de manera seria y con un poco de enojo pues se sentía traicionado, engañado por él. Si bien la chica y el no eran precisamente iguales ambos compartían rasgos muy específicos, no quería ni imaginar si eran similares en personalidad también. Escuchó una risa nerviosa y levantó la mirada.
-Pero si nada más se parecen en los rulos, César- y quizás tenía razón pero no podía negar que aquella mujer le recordaba enormemente a su mejor amigo, pero no podía admitirlo bajo ninguna condición en ese momento.
-¿Tenes algo para decirme?- estaba totalmente serio al hablar -Si no lo haces ahora no sé cuando se vuelva a prestar el momento- se levantó de la mesa llevando su plato al lavabo, viendo como no recibía respuesta alguna hasta que su compañero también hizo lo mismo que él.
-Vamos afuera para hablar- le dijo en voz baja, sintió como un escalofrío le recorría todo el cuerpo.

traición ♡ scaloni x aimar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora