-19.

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Tal y como había mencionado la madre de Lionel, las familias de los jugadores iban a ir a recibirlos al internado y no al aeropuerto para que la sorpresa tuviera más efecto.
Y tal y como había dicho, llevó a Elisa con ellos para el recibimiento.

La gente comenzó a alborotarse, a cantar, gritar y saltar al ver que el colectivo en donde estaban los jóvenes se acercaba a su destino.
Ni bien comenzaron a bajar del vehículo, salía gente disparada corriendo en busca de sus respectivos familiares.
Los abrazaban, felicitaban, jaloneaban y lloraban al finalmente verlos después de tanto tiempo, después de que su sacrificio valiera la pena por completo.

Para cuando esto pasó, la joven santafesina les dijo que iba al baño y que no tardaba en volver.

Caminando entre la gran multitud, despacio, pasando desapercibida entró a las instalaciones del internado hasta llegar a las habitaciones.
Caminó por el pasillo, lentamente, mirando los números en las puertas buscando la "505" como recordaba que Eulalia le había dicho que era la de su hijo.
La encontró e inmediatamente intentó abrirla pero estaba con el seguro puesto.

Miró a sus alrededores, pasó su mano por su cabello y sacó un invisible de este.
Lo dobló agilmente y después lo metió en la cerradura, moviendolo hasta lograr que esta se abriera.
Ni bien escuchó ese "click" metálico, se metió en la habitación antes de que alguien la descubriera en donde no tenía porque estar.

Empezó a recorrer el cuarto, todo estaba ordenado aunque había una que otra cosa fuera de su lugar pero aún así, estaba lleno de armonía dentro de aquellas cuatro paredes.
Revisó los cajones, en busca de algo que le pudiera demostrar que Lionel tenía una nueva relación con otra chica o "trola", como ella se refería a cualquier otra mujer que haya ocupado su lugar.
Después de revolver en el cajón del escritorio, encontró una cajita de terciopelo de color azul oscuro.
La abrió rápidamente y se dio cuenta que estaba vacía.

-¿Un anillo?, ¿le dio un anillo a la nueva desgraciada?- dijo en voz baja, cerrandola nuevamente y golpeándola contra la superficie de madera.
Tomó la silla del escritorio y se sentó en esta, mirando directamente a la puerta, esperando a que Lionel la atravesara en cualquier momento.

Scaloni y Aimar estaban con sus respectivas familias, las cuales lloraban y los abrazaban como si hubieran llegado de la mismísima guerra.
Pablo no pudo evitar comenzar a llorar también, pero Lionel se aguanto las lágrimas.

-¡Tené cuidado!- empezó a gritarle su hermano mayor cuando llegó su turno de saludarlo.

A su alrededor había ruidos de música, tambores, bombos, platillos, cornetas sumado a los gritos de los jugadores y las familias que seguían festejando.
El menor de los dos no podía entender nada de lo que su hermano le intentaba decir.

-¡MAMÁ TRAJO A LA ELISA, TENÉ CUIDADO LIONEL!- sentía como la garganta le raspaba al gritar con todas sus fuerzas, el cuerpo se le llenaba de desesperación al ver la cara de confusión de su hermano. -¡ELISA!, ¡ELISA ESTA ACÁ!-
-¿QUÉ?, ¿EH?, ¡NO TE ENTIENDO!- le contestaba el joven, señalando sus oídos mientras intentaba acercarse a él nuevamente sin éxito alguno pues la gente se les comenzó a atravesar una vez que se separaron del abrazo.

Habían agarrado a Lionel para sumarlo al pogo, alejandolo cada vez más y más de Mauro hasta que lo perdió completamente de vista.

Empezó a celebrar con sus compañeros, sin darle importancia a lo que su hermano le quiso decir pues cuando las cosas se tranquilizaran ya iba a preguntarle.

El mayor de los hijos Scaloni miró inquietamente hacia todos lados en busca de una cabellera rubia, intentando encontrar a la joven pero lo único que logró es que lo terminaran sumando a las celebraciones.

traición ♡ scaloni x aimar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora