-28.

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Aunque les hubiera gustado centrarse en el otro, les iba a resultar completamente imposible por el momento.

Estuvieron rodeados por papeleos, trámites, acuerdos entre clubes, chequeos de hospital y entrenamientos llenos de pruebas finales para completar la lista de convocados.

Si mal no recordaban, pasaron fácilmente unos tres días sin dormir.
Scaloni lo disimulaba como un campeón, no había rastro alguno de cansancio en su cuerpo más allá de unas marcadas ojeras.
Mientras que Aimar tenía el pelo hecho un lío, captaba las palabras tres segundos más tarde, caminaba despacito y podían jurar que llegaba a dormirse con los ojos abiertos cuando alguien no le sostenía una conversación por más de cinco minutos.

Pero finalmente estaban en el avión con destino a Doha, esta vez no tuvieron inconvenientes con el medio de transporte.
Inmediatamente ambos tocaron sus respectivos asientos, quedaron profundamente dormidos.

Para cuando despertaron, Arabia Saudita les había quitado la racha de invictos llevándose la victoria en aquel partido.

Scaloni estaba en su habitación, recargado en un pequeño escritorio donde repetía todos los movimientos que había hecho durante el partido, los que realizaron los contrincantes y como el VAR confirmó que habían caído en la trampa de los offside.
Siendo sincero para si mismo, muy dentro de sí mismo y sin querer pecar de soberbia; no se esperaba en lo más mínimo aquella derrota.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó tres golpes en su puerta, simplemente respondió "pasá" pues ya sabía de quién se trataba.

-Lio, vida mía- le dijo el menor ni bien entró a la habitación, el semblante radiante que tenía a comparación de esos tres días que pasaron en vela era reconfortante pues verlo en un mejor estado lo llenaba de tranquilidad.
-Todo pasó demasiado rápido...- se dejó abrazar por Aimar, permitiéndose un pequeño consuelo después de haberse negado a escuchar cualquier tipo de comentario después del partido.
-Lo hecho, hecho está- lo sostuvo de los hombros, agitandolo levemente. -México es lo que sigue ahora y lo único que tiene que preocuparnos-

El más alto dejó salir un suspiro lleno de cansancio, ni siquiera tenía las ganas o energías para poder hablar y Pablo lo entendía perfectamente.
Tomó su mano llevándolo hasta la cama de aquella habitación, se acomodó en el respaldo quedando sentado encima de esta y palmeó sus piernas diciendo "vení".
El santafesino sonrió, se acomodó entre ellas usando el abdomen del cordobés como almohada, quedando boca abajo y con sus brazos rodeando su cuerpo.
Aimar acariciaba su cabello, su cabeza, hombros y espalda con sus manos usando toda la delicadeza del mundo intentando darle un segundo de tranquilidad.

Se quedaron en completo silencio, disfrutando la compañía del otro hasta que se quedaron dormidos en aquella posición aunque no fuera la más cómoda de todas.

Las cuestiones técnicas las verían el día siguiente a primera hora de la mañana.

Lionel se despertó y notó la ausencia del más bajito en su cama, enterró su rostro en la almohada por unos instantes antes de decidirse por levantarse y pegarse un baño para arrancar el día.
Por lo menos, pudo descansar; algo que no lograba desde que se había separado de Aimar.

Dicho y hecho, ni bien llegó al área común que la selección argentina tenía designada se encontró con el cuerpo técnico charlando entre ellos con papeles, laptops, tabletas y lapiceras en la mesa que había en el centro.
Dio los buenos días, tomó un mate que un sonriente Pablo le cebó y todos se pusieron manos a la obra.

Descidieron tomarse un descanso después de un par de horas pues había llegado el momento de almorzar y aunque ellos quisieran seguir hablando de estrategias y jugadas, tenían a los integrantes de la selección rompiendo las bolas para que se despejaran por un rato.
Scaloni y Aimar se quedaron atrás, diciéndoles que en un rato los alcanzaban.

traición ♡ scaloni x aimar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora