-21.

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Londres, año 2004.

Las lluvias eran comunes en esa parte del mundo, pero justamente esa noche había una violenta tormenta que no lo dejaba dormir.

Miró la hora, cinco de la mañana.
Se levantó y decidió comenzar a prepararse ya que aunque quisiera, no podía conciliar el sueño y dentro de unas horas tendría que ir a entrenar.

Entró a su auto, arrancando el camino hasta el predio del West Ham United.
La radio se prendió automáticamente, la dejó encendida ya que necesitaba distraer su cabeza con algo.
Escuchó como el presentador anunciaba el nombre de la canción a continuación, pero realmente no prestó atención hasta que llegó una parte en específico.

"And there he was, this young boy, stranger to my eyes
[Y ahí estaba él, aquel joven chico, un extraño para mis ojos]

Strumming my pain with his fingers (one time, one time)
[Tomando mi dolor entre sus dedos]

Singing my life with his words (two times, two times)
[Cantando mi vida con sus palabras]

Killing me softly with his song
[Matandome suavemente con su canción]
Killing me softly with his song
[Matandome suavemente con su canción]

Telling my whole life with his words
[Contando mi vida entera con sus palabras]

Killing me softly with his song
[Matandome suavemente con su canción"

En un movimiento brusco, se orilló con su auto a un lado de la autopista, pues su mente le había traído de golpe el por qué aquella canción le sonaba de algún lado.

Era el mismo tema que sonaba en el auto de Pekerman cuando volvían al internado después de celebrar el comienzo de su noviazgo con Aimar.

Dejó caer su cabeza en el volante del automóvil, empezando a golpearse levemente contra este al recordar el rostro relajado del cordobés, el cual estaba levemente sonrojado por el alcohol que había bebido y sus rulos volaban por todos lados culpa del viento que entraba por la ventana.

Aquella imagen era algo difícil de olvidar, había sido algo que se quedó tan grabado dentro de su memoria que al escuchar la canción que sonaba de fondo en ese momento un par de años después, le había costado simplemente un minuto con dieciocho segundos reconocerla nuevamente.

Las gotas de lluvia que caían violentamente contra el metal del auto, los limpia parabrisas intentando despejar el vidrio sin éxito alguno, las luces parpadeando en conjunto del "tik-tak" dentro del auto que le estaban martillando la cabeza.

Apretó con fuerza el volante con sus manos, cerrando los ojos y tomando un enorme respiro para poder pensar con claridad antes de dejarse llevar por sus pensamientos impulsivos.

-Me voy a volver loco- miró nuevamente a la autopista que estaba relativamente vacía, pero podía escuchar a los demás autos pasarle por un lado.

Cuando se sintió más tranquilo, decidió que ese día no iba a presentarse en el club, después vería como lidiar con los regaños de su entrenador.
Total, no es como si entendiera mucho lo que le decía.

Llegó a su hogar y lo primero que vio fue a su ahora esposa, con únicamente un camisón puesto que usaba de pijama, bostezando mientras cubría su boca con su mano.

-¿Qué pasó?- se dirigió a la cocina, viendo como el santafesino iba hasta la sala.
-Se canceló el entrenamiento por lluvia- le mintió, sin mirarla a la cara.
-Me lo imaginé, pero ya te dije que tenes que avisarme cuando te vas de casa, me desperté asustada cuando escuché que abrían el garage- puso la pava en la estufa, sacando dos tazas para poder hacer un té para ambos.
Lionel asintió con la cabeza solamente, lo que menos quería en ese momento era tener que convivir con aquella mujer.

traición ♡ scaloni x aimar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora