Contrario a la felicidad que sentían en aquel país asiático, había una persona que la ira y rencor se la estaba comiendo viva.
Elisa tenía que soportar ver a su ex-marido por todos lados, también que todo el mundo le preguntara por él, cuestionando el fin de su matrimonio si siempre se los había visto tan bien juntos.
¡Pero claro!, si los dos habían generado unos dotes de actuación conforme más años juntos pasaban y el amor que alguna vez hubo entre ellos se tornaba completamente inexistente.
Quizás a eso podría soportarlo fácilmente, podía ignorar las preguntas, apagar la televisión y su celular al instante que el rostro de Lionel apareciera frente a sus ojos aunque había algo que simplemente no toleraba por más que intentara e intentara, por más que tratara ser una persona decente y superar de una buena vez por todas.Pero sentía como su mente se desquiciaba un poco más cada que veía al hombre junto al que alguna vez fue su amante.
En especial cuando pudo ver ese video donde Aimar estaba con su celular y Scaloni levemente inclinado hacia él para ambos poder ver la pantalla del dispositivo, riéndose entre ellos con una alegría genuina.
No recordaba la última vez que pudo ver una sonrisa así en el rostro de Lionel durante todo su matrimonio.
Si acaso, lo pudo ver sonreír naturalmente cuando sus dos hijos nacieron pero sabía muy bien que aquella felicidad no era completamente mérito de ella.¿Qué ganaba con abrir la boca?.
¿Venganza?, ¿verlo en la ruina?.
¿Llenar ese vacío que su ex-esposo dejó en su corazón cuándo le confesó que no la amaba más?.Había sido egoísta. Incluso cruel al llevárselo lejos de Pablo pretendiendo que ambos podrían sostener ese estilo de vida lleno de apariencias.
Si pudiera volver en el tiempo, evitaría entrar en la habitación dónde los vio besarse con un amor que jamás había experimentado.
Seguiría eternamente ignorante acerca de los sentimientos que tenían por el otro, haciendo de la vista gorda si era necesario.
Pero las máquinas del tiempo no existían y ella tenía que pagar con las consecuencias que dejaron sus arranques impulsivos en su adolescencia.Miró a su hijo, el cual dormía plácidamente con su cabeza reposada en sus piernas.
Sonrió, acarició su cabello y en voz baja se preguntó a sí misma:-¿Qué debería hacer, Noah?-
Comenzó a llorar en silencio, sin entender muy bien el motivo por el cual las lágrimas habían empezado a caer de sus ojos.
Debería dejar a Lionel en paz.
Logró calmar su llanto, dejó salir un suspiro y pensó:
-Universo, si debería dejarlo en paz, dame una señal-
Esperó por un rato y nada, ni un ruido, corriente de viento hasta que sintió un fuerte estruendo en la habitación que Lionel usaba como estudio. Okay, perfecto.
Cuidando de no despertar a su nene, se levantó del sillón dejándolo recostado completamente en este.
Caminó hasta aquel dormitorio en su hogar, sosteniendo el picaporte por unos segundos, volviendo a pensar si debería entrar o no. Ya estaba ahí, así que se decidió por entrar.Entró y lo primero que vio fue una lámpara rota enfrente del escritorio, la parte de vidrio se había destrozado por completo.
Volvió a suspirar, se acercó y comenzó a levantar los cristales para tirarlos a la basura.
Cuando terminó, empezó a recorrer la improvisada oficina.No era que Lionel le prohibiera la entrada o parecido, simplemente a ella no le gustaba estar ahí por lo que podía contar con sus manos la cantidad de veces que estuvo dentro de aquella habitación que se encontraba en su propia casa.
Su ex-esposo había dejado un par de cosas ahí, pues cuando él se mudó nuevamente a la Argentina solamente había llevado lo escenial y sus pertenencias con algún apego emocional.
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traición ♡ scaloni x aimar.
RomanceUna corta historia que relata la relación de Lionel Scaloni y Pablo Aimar desde su primer encuentro hasta su inevitable reencuentro en la selección Argentina para el mundial de Qatar. ★★★ disclaimer: ● no se absolutamente NADA de fútbol, así que mi...