Lamentablemente, no se habían podido quedar durante mucho tiempo en el país limítrofe, pero sí lo suficiente para poder salir a vacacionar por un par de días.Ambos estaban conscientes de que aquel país no era de los menos homofobicos así que se movían con sutileza y disimulando los sentimientos que tenían entre ellos cuando se encontraban en la gran ciudad que era la capital.
Aún así, aprovechaban esos rinconcitos abandonados con los que se cruzaban para besarse, abrazarse o tomarse de las manos durante un ratito al menos.
Aunque, para sus suertes, ni bien llegaban a la habitación de hotel podían demostrarse su amor sin limitación alguna.Después de una semana en aquel bello país, debieron volverse a uno todavía más bello, Argentina.
Estaban felices de volver, pues no había nada mejor que sentirse en casa.Una vez volvieron al internado, Scaloni y Aimar fueron a sus habitaciones para descansar ya que había algo que los destrozaba de viajar.
Se acostaron en la cama del menor, recapitulando todas sus vivencias en el país limítrofe hasta que Pablo hizo un comentario que provocó que ambos quedaran en silencio.-Tenes que terminar las cosas con Elisa antes de que nosotros avancemos a algo más- el santafesino se quedó mirando al techo, de vuelta se había olvidado de la existencia de aquella chica.
-Sí, tenes toda la razón- le dio un beso en la frente -Mañana ni bien me levante lo hago-
Era un poco redundante aclarar eso después de lo que habían hecho cuando salieron victoriosos en aquellos partidos amistosos, pero Aimar no quería tener ningún tipo de problema con nadie al empezar una relación con Scaloni ya que de por si sus situaciones eran bastante complicadas para agregar más líos a la lista.
Después de aquella pequeña charla, se dieron las buenas noches y durmieron.Lionel se había levantado primero, eran las doce del mediodía.
Inmediatamente tomó su teléfono, se puso su abrigo y salio a la chancha para tener un lugar en el cual poder hablar solo sin que alguien lo moleste.
Levantó la tapita de su teléfono e inmediatamente pudo ver en el icono de mensajes un pequeño circulito que indicaba que tenía 47 textos sin leer.
Se mordió los dientes y abrió la aplicación, los primeros en aparecer eran de sus familiares que lo felicitaban por haber ganado la final en Brasil, pensó en llamarlos más tarde cuando ellos se levantaran de la siesta pues al menos hasta esa hora nadie le iba a contestar.
Siguió bajando y finalmente se le cruzó el contacto de Elisa, tenía 15 mensajes de ella, todos quejándose porque no le contestaba ni uno solo.
Tomó aire y después lo dejó salir lentamente, presionando el icono verde de un pequeño teléfono que iniciaba la llamada.
En cuestión de segundos, ya tenía a la chica al otro lado de la línea.-Por fin te dignas a llamarme, Scaloni- ella fue la primera en hablar, obviamente -¿Vos te pensas que soy boluda?, ¿qué no me voy a dar cuenta que me dejaste de hablar porque seguro te conseguiste alguna trola del conurbano?- no pudo disimular la cara de desagrado al escucharla decir tales cosas.
-¿Te podes calmar un poco Elisa?- la muchacha había guardado silencio de golpe -No, no te dejé de hablar por ese motivo, dejé de hacerlo porque me enteré de lo que vos estabas haciendo mientras yo me mato entrenando acá- pudo escuchar como soltaba un bajito "uhg", con sorpresa -Ahora entiendo porque no quisiste juntarte conmigo cuando me llamaron para venir, querías hacer la tuya porque claro, ¿cómo iba a saber yo?-
-No, no, no es lo que parece, déjame explicarte- la chica sonaba nerviosa y desesperada.
-Mira como estas hablando, no puedes siquiera disimular un poco que te descubrí boludeandome. Por mi, directamente te hubiera eliminado de mi vida, pero ahora te lo voy a decir fuerte y claro. Nosotros dos no somos nada, no estamos más en algo y muchísimo menos nos vamos a poner de novios cuando vuelva a casa, no quiero ni que me consideres como tu amigo, ¿me entendiste?- tardó en responderle, pero con la voz firme de vuelta debido al enojo que tenía, pudo responderle.
-Te vas a arrepentir de hacerme esto, vos no sabes lo loca que puedo llegar a estar, la vas a pagar toda tu vida-
-Por lo mismo, no te me vuelvas a cruzar nunca más- y cortó la llamada
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traición ♡ scaloni x aimar.
RomanceUna corta historia que relata la relación de Lionel Scaloni y Pablo Aimar desde su primer encuentro hasta su inevitable reencuentro en la selección Argentina para el mundial de Qatar. ★★★ disclaimer: ● no se absolutamente NADA de fútbol, así que mi...