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Pete detuvo el auto enfrente de la escuela, dándole un vistazo a su hijo por el espejo retrovisor.

- Ten un buen día, cariño, estaré temprano en casa - Phayu aceptó la sonrisa brillante de su padre, dándole un calorcito en su pecho que sin aceptarlo, le daba ánimos para estudiar.

- Igual tú, papá - Phayu se despidió y bajó. Corrió hacia la entrada antes de que Pete le gritara su amor a todo el alumnado.

Caminó por los pasillos llenos de niños pequeños que gritaban por querer ir al área de juegos, Phayu llegó a su salón en los últimos pasillos donde los grados más grandes se encontraban. Se sentó en su pupitre viendo el de Venice vacío, no fue nada sorprendente que él chico llegara tarde.

Sacó de su mochila su cuaderno de dibujo que la abuela le obsequió el año pasado. Le quedaban pocas hojas y debía pedirle a Pete uno nuevo.

-¡Llegué! - Phayu miró la celebración de Venice en la puerta del salón, alzando los puños en el aire como si fuera una carrera.

- Creí que no tendría que ver tu cara hoy - Phayu dijo en un tono de decepción, aunque, era mentira.

Venice fue el único amigo que hizo al inicio de clases, sus anteriores amistades  no parecían molestarse por eso. Phayu tenía una extraña conexión por el niño, tal vez sería por el parentesco que hacía querer saber más.

- Oh, vamos. Ambos sabemos que me extrañarías - Venice dejó caerse a un lado de Phayu, riendo por su comentario sarcástico.

- No tendría con quien compartir mi almuerzo.

- ¿Qué preparó tu papá hoy? - Si, Venice se enamoró por completo de la comida de Pete.

- Sándwich con doble de jamón de pavo, ensalada, fruta picada con yogurt de fresa, jugo de manzana y... - Phayu agitó la pequeña lonchera en los ojos de Venice - Brócoli con queso amarillo.

- Todo un bufet - los niños rieron

(...)

La campana sonó, Phayu y Venice salieron hacia el patio trasero, en su lugar habitual donde habían compartido su primer almuerzo.

- ¿Qué tienes? - Venice le pregunto a Phayu, este no había hablado desde que se sentaron, ni tampoco lo molestó p9r su mal hábito de comer.

- ¿Uh? - El castaño mayor salió de su mente al escuchar a Venice.

Lo miró unos segundos, sumergiéndose en esa mirada curiosa, Phayu pudo ver la chispa de preocupación. Como si Venice quisiera en verdad saber que pasaba por su cabeza.

- ¿Conoces a tu otro papá? - Venice abrió los ojos, no esperaba aquella pregunta.

- No del todo - cayó unos segundos- pero papá dijo que es muy guapo y tiene un corazón muy noble - bajó el sándwich que tenía en las manos, limpiandose las migajas - El también dijo que fue el hombre más especial que haya encontrado, lo amo muchisimo y fue un gran dolor dejarlo.

- ¿Por qué se separarían? ¿Ya no se querrían?

Venice negó - No me contó mucho, solo que ambos tenían planes distintos por hacer y no podían estar juntos todo el tiempo - soltó un suspiro, deseaba poder saber más de su papá, lo extrañaba sin conocerlo.

-Debió ser difícil separarse del amor de su vida. Digo, papá se entristece cuando me deja por las mañanas.

- Si, también es difícil para mí ¿sabes? Todas las noches miro una fotografía de él que papá me dio, en verdad es guapo - Venice dio un mordisco a su comida, tratando el mudo en su garganta.

- Has pensado alguna vez que tu otro papá te ame aun sin estar contigo - Phayu miró el destello desaparecer en la mirada de su gemelo.

- Si, papá me lo dijo una vez y estoy seguro de ello. papá me ama, y se que algún día lo veré - el niño sonó seguro y feliz, comprendiendo que su padre no lo abandonó. 

Phayu bajó la mirada, Pete nunca había hablado de su otro papá así, no sabía nada de él. Tal vez nunca hubo oportunidad para hablar de ello, pero no tuvo curiosidad hasta ayer que encontró a Pete mirando una fotografía rota.

- ¿Por qué tan interesado en mi papá? - preguntó Venice.

- Yo no conozco al mío, ni se como es, o bueno, no lo sabía hasta ayer que mi papá medio una fotografía vieja de él - Murmuró un tanto incomodo, Venice hizo una mueca.

- ¿Nunca le has preguntado a tu papá acerca de tu otro padre? - Phayu negó levemente.

- Traté, un par de veces, pero dijo que no quería hablar de ello. - El castaño suspiró - En cierto modo tampoco había tenido mucha curiosidad acerca de mi padre. Después de ver lo triste que se pues papá una vez, al tratar de hablar sobre él, dejé de lado el tema - Murmuró Phayu encogiéndose de hombros y dándole un bocado desganado a su comida.

Venice hizo una leve mueca.

- Sigo diciendo que deberías insistir. Es tu padre al fin y al cabo, deberías saber de él, además ya tienes edad suficiente para saber porque él no está con ustedes - Le dijo encogiéndose de hombros, Phayu asistió pensativamente.

- La verdad no sé, no quiero que papá se vaya a sentir triste - Venice rio levemente.

- Exageras, solo pregúntale, así respondes tus dudas y dejas de deprimirme durante el almuerzo - Phayu rodó los ojos y asintió.

- Lo pensaré - Y fue lo último que se escuchó salir de sus labios.

Ambos chicos terminaron de almorzar en silencio y cuando el timbre anunció el fin del almuerzo, se dirigieron tranquilamente a clases para continuar así con su jornada escolar.

(...)

Phayu metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta, su mirada iba baja y en su mente muchos pensamientos se encontraban haciendo acto de presencia.

La conversación con su gemelo durante el almuerzo había dejado su mente hacha un lío.

Quería saber sobre su padre, pero le preocupaba herir a su padre si le hacía muchas preguntas acerca de él.

Pateó una roquita que se cruzó en su camino, molesto por no saber que hacer.

Siguió caminando, mirando distraídamente las calles y todo lo que lo rodeaba. Ya casi llegaba a casa.

(...)

Abrió la puerta con su llave y se adentró en su hogar, sintiendo el suave aroma de comida casera. Tal y como siempre que llegaba.

Dejando tirada su mochila junto a la puerta, se dirigió ahora decidido hacia la cocina.

Le preguntaría a Pete sobre su otro padre.

- ¿Papá? - Pete volteó a mirar a su hijo con una sonrisa.

- Hola, cariño. ¿Cómo estuvo tu día? - Pete le preguntó tranquilamente, Phayu suspiró y sintió un nudo de nervios formarse en su estómago.

- Quiero saber acerca de mi otro padre - Dijo rápidamente, antes de que su poca valentía desapareciera.

Pete dejó caer sin querer la cuchara que tenía en su mano y miró atentamente a su hijo. Cerró sus ojos, tratando de calmarse levemente.

El día finalmente había llegado.

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¿Cuál creéis que será la reacción de Pete? ¿Le contará la verdad o no?

Juego de Gemelos| VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora