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Pete acarició la suave cabellera de Venice y dándole un suave beso en la frente, se levantó de la cama. Acomodó sus mantas y en silencio salió de la habitación.

No pudo evitar saltar levemente en su lugar cuando sintió un par de manos tomarlo desprevenido por la cadera.

- Estoy empezando a creer que tienes una obsesión con mis caderas - murmuró Pete con una sonrisa, Vegas sonrió y comenzó a caminar en dirección a la habitación.

- Siempre había escuchado que habían personas a las que el embarazo les sentaba jodidamente bien - murmuro una vez que estaban dentro - Pero a ti te sentó de la puta madre, por favor, es cosa de ver tus caderas y tu trasero, si antes me volvías loco, ahora no tienes ni la menor idea - Pete comenzó a reír ante las palabras del mayor.

- Controla tu libido por favor, tienes a dos menores de edad durmiendo en la habitación de al lado - Vegas rio y desabotonando lentamente los botones de su camisa se fue acercando paso a paso de Pete, quien no dudo en ir retrocediendo a cada paso del hombre.

- Tu lo dijiste, están durmiendo - murmuro viendo como Pete caía sentado en la cama. Sonriendo ladinamente, se deshizo de la blanca camisa y se posicionó sobre el cuerpo del castaño.

- Tonto - susurró Pete rozando suavemente los labios de Vegas - Mañana saldré con Venice, ya sabes, pasar todo un día con él - El moreno sonrió tiernamente.

- Es igual o más sensible que tú - Pete rodó los ojos.

- Solo dice la verdad, Phayu pasó toda su vida conmigo, tu estas pegado a mi como chicle y con el apenas pase unos días, y esos días los pasé creyendo que era Phayu - Pete frunció el ceño - No quiero que sienta dejado de lado.

Vegas besó la mejilla de Pete y luego la punta de nariz

- No te angusties tanto, bebé - Vegas besó castamente los labios de Pete - Ve y sal con él, yo me quedaré comiendo chatarra y viendo películas de terror con Phayu - El castaño rodó los ojos.

- Un vegetal, solo te pido que les des de comer al menos un vegetal - Vegas rió mientras asentía.

- Esta bien, prometo darle aunque sea un vegetal - Pete sonrió a sabiendas de que el moreno no lo haría.

- Hare como que te creo - Murmuro antes de unir sus labios con los del hombre sobre él en un dulce beso.

Sus labios se movían de forma acompasada, disfrutándose el uno del otro como hace mucho no lo hacían.

Con suavidad Pete comenzó a rozar la morena piel de Vegas, haciendo suspirar al hombre sobre sus labios, con una leve sonrisa en sus labios Pete siguió expolrando la suave y desnuda piel del hombre, acariciando su espalda con ternura y amor. Vegas sin quedarse atrás comenzó a acariciar los costados del castaño haciéndolo estremecer, sus manos tomaron con firmeza la parte trasera de las rodillas de Pete haciendo que las enredara en su cadera.

- Vegas - Un suave gemido escapó de los labios de Pete al sentir la entrepierna del hombre frotarse con la suya. El moreno sintió como su sangre se calentaba ante aquel sonido.

Volviendo a besar los labios de pete, ahora más intensidad, el bueno se encarguen volver a provocar aquel exquisito roce. Pete no pudo evitar soltar un gemido ahogado.

- Los chicos... -

- Si no haces ruido, no se despertarán - murmuro Vegas para volver a su tarea de frotarse contra Pete.

El castaño tiros su cabeza hacia atrás, parecían dos adolescentes hormonales que habían descubierto el placer de explorar sus cuerpos, era algo vergonzoso, pero maldición, se sentía tan bien. 

Juego de Gemelos| VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora