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Acariciando de forma vaga su sien, el castaño trató de disipar el dolor en su cabeza, las ojeras en sus ojos son la clara evidencia de la pesada noche que tuvo que enfrentar.

Dirigiéndose al gabinete de su cocina, tomo una taza para prepararse café. Lo necesitaba con urgencia.

Entre la pelea con Vegas, las miradas de tristeza de sus hijo y los múltiples arreglos para el cercano desfile de modas que será el punto culmine de la presentación de la nueva línea de ropa, habían acabado con todas su energías y ánimos.

Tomando cuidadosamente la tetera, sirvió el agua caliente, tomo una cuchara y trato de endulzar levemente su café, tomando la taza entre sus manos, sopló levemente y cuando iba a dar el primer sorbo, el estridente ruido de su teléfono al sonar le interrumpió.

Dejando de lado la taza se dirigió a la isla de la cocina donde estaba el endemoniado aparato.

El ceño del castaño se frunció al ver que en el identificador se leía el nombre de su madre. Sin dudarlo atendió la llamada.

- Hola mamá ¿Cómo estás? - Pete dijo apenas atendió la llamada.

- Estoy bien, cariño ¿Y tú? ¿Cómo estás? - Pete suspiró y tomando su taza de café se dirigió a la sala de estar.

- He estado mejor. Pero eso no importa mucho ¿A que debo tu llamada?

- Un par de pajaritos me comentaron que las cosas no andan muy bien, así que decidí llamarte - Pete cerró sus ojos, frustrados - ¿Qué está ocurriendo entre tú y Vegas, amor?

Pete dio un sorbo a su café. Ni si quiera el sabía que era lo que estaba pasando entre él y el hombre de tez morena.

- Supongo que ya sabes que estamos juntos, de nuevo - Pete murmuró

- Algo supe

- Pues lo estamos, pero anoche tuvimos una pequeña pelea por mi culpa. Estoy estresado y no controle mi boca, y dije algo que claramente no debí decir. Lo estoy arruinando mamá - Murmuró con cierta melancolía.

- No lo estás arruinando, cariño. Todas las parejas tienen sus peleas, lo importante es que trates de arreglarlo. Has pensado en algo para arreglarlo ¿No? - Pete hizo una mueca.

- Honestamente, no. De verdad quiero arreglar las cosas pero no tengo tiempo, el trabajo me está consumiendo.

- Pete - La mujer regañó al castaño - Entiendo que el trabajo sea una prioridad, pero no cometas el mismo error de nuevo. Ustedes ya se divorciaron por el trabajo, no vuelvan a lo mismo. Porque ambos sufrieron sin razón, no se dañen de nuevo - Pete cerró los ojos y sus ojos cristalizándose. La culpa consumiéndolo.

- Lo estoy jodiendo-o todo - Pete se quejó con la voz rota - No quiero perderlo mamá, no de nuevo.

- Y no lo perderás si detienes esto ahora y le das el lugar y tiempo que corresponde. Es tu pareja, Pete y padre de tus hijos. - Pete bajo la mirada, sintiendo ganas de llorar - El trabajo es importante, pero nunca debes dejar de lado a tu familia, cariño.

- Tengo miedo mamá. No sé que hacer - Pete confesó atemorizado a su madre.

Una sonrisa maternal se dibujó en los labios de Sam.

- Todo estará bien, cariño. Solo deber tomar las decisiones correctas

Pete hizo una leve mueca

- Te extraño, mamá - Murmuro con tristeza el hombre. Necesitaba de su progenitora en momentos como estos.

- Yo también, mi vida. Pero pronto iré de visita ¿Si? - Pete suspiro - Arriba el ánimo, cariño. Te amo

Pete sonrió levemente.

Juego de Gemelos| VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora