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- ¿Papá? - La voz de Venice se escuchó sobre la música que reproducía la radio, llamando así la atención del hombre.

Estirando su mano hacia la radio, bajó levemente el volumen de este, otorgándole su atención al castaño.

- ¿Qué ocurre?

- Bueno... Uh, quería saber si un amigo puede venir con nosotros cuando celebremos mi cumpleaños - Vegas alzó una ceja curioso y pasó el cambio del coche.

- ¿Tienes un amigo? Vaya milagro - Se burló el hombre de traje. Venice rodó los ojos y se cruzó de brazos.

- ¿Puede o no? - Vegas rió levemente. Dios, su hijo le recordaba tanto a Pete en momentos como este.

- Claro que sí, Venice - El moreno acarició levemente la cabellera de su hijo al detenerse en un semáforo - Así que... ¿Desde cuándo es que tienes amigos?

- Eres un fastidio cuando te lo propones - Rodó los ojos con una leve sonrisa - Nos hicimos amigos el primer día de clases, digamos que tenemos mucho en común y nos llevamos bien - Respondió el castaño acompañado de un encogimiento de hombros - Además el fue quien me salvó de morir de hambre luego de que alguien me enviara un sándwich de atún como almuerzo - Vegas rio levemente y entonces abrió sus ojos de golpe.

- Maldición, tu almuerzo - Venice miró a su padre y abrió la boca levemente.

- ¿Lo olvidaste? - Vegas sonrió disculpándose con la mirada por su torpeza natural.

- Cuando salgas de clases vendré por ti, e iremos a comer hasta que ya no puedas más - Venice bufó. Su padre era despistado, pero así lo quería.

El moreno detuvo el auto frente al edificio donde su hijo estudiaba, Venice desabrochó el cinturón de seguridad y tomo su mochila del asiento trasero.

- Como sea, le pediré comida a mi amigo. Nos vemos a la tarde, papá - Vegas suspiró y vio como su hijo se dirigía hacia el gran edificio.

Rápidamente agitó su cabeza, tenía que dejar ir a su ex esposo, el tristemente era su pasado y no podía estar pensando a cada momento como sería si nunca se hubieran divorciado.

Saliendo de los territorios escolares, el moreno comenzó a idear una buena excusa para poder salir antes del trabajo y así llevar a su hijo a comer algo. 

(...)

Phayu miró de reojo a su padre quien conducía en silencio. Desde esa mañana el menor no había escuchado más que unos "buenos días" y "hora de irnos o llegaremos tarde" y eso lo estaba destrozando.

Se arrepentía de decir aquellas horribles palabras, no estaba pensando claramente y dejó que su enojo hablara por él. Y pese a que sabía que su padre lo perdonaría de todo, estaba más que consciente de que su padre estaba dolido.

Y no lo culpa.

- Llegamos, cariño - la voz de su padre se escuchó prácticamente como automática, haciéndolo sentirse mal por haber provocado aquello.

- Nos vemos más tarde, papá - Phayu tomó su mochila y miró a su padre - Te quiero - le dijo y Pete sonrió suavemente.

- Yo también, cariño y siempre lo haré ¿sí? - Phayu sonrió levemente  y asintió, estirándose levemente plantó un suave beso en la mejilla de su padre para luego bajar del auto y dirigirse hacia la entrada de la escuela.

Pete suspiró y cuando vio a su hijo desparecer por las puertas, arrancó el coche para ir al estudio. Tenía varias cosas que hacer hoy.

(...)

- Hey, fotocopia - Phayu miró a su similar y le regaló una débil sonrisa, logrando que así el ceño de Venice se frunciera como signo visible de su preocupación - ¿Está todo bien? - Phayu hizo una mueca 

- Peleé con mi papa ayer - susurro triste el castaño.

Venice lo miró sorprendido

- ¿Por qué? - Le preguntó sentándose junto a él.

- Le pregunté sobre mi otro padre y él no quería hablar sobre eso, discutimos y me enojé tanto que le dije que era el peor padre del mundo - Phayu cubrió su rostro sintiendo la culpa carcomerle su interior.

Venice le dio un leve apretón al hombro de su gemelo.

- Ey, tranquilo - Phayu suspiró levemente - Tu padre no te odiará ni nada por el estilo. Todo estará bien - Venice trató de consolar a su similar.

- Lo sé, pero aún así me siento pésimo por haberle dicho eso. Herí sus sentimientos de la peor manera - Phayu apoyó su cabeza en la mesa.

- Habla con él, discúlpate con más que un simple lo siento. Es tu padre, te perdonará, al fin y al cabo te ama - Venice aconsejó sabiamente a su gemelo, y Phayu sonrió. Se sentía un poco mejor tras las palabras de su amigo.

El timbre que da inicio a las clases sonó y, poco a poco, el salón comenzó a llenarse por los muchos estudiantes.

(...)

- Estás consciente de que hoy tendrás que alimentarme más de lo normal ¿No? - Phayu rodó los ojos con una sonrisa ante las palabras de Venice.

- ¿Es mi culpa que tu padre se olvidara de enviarte el almuerzo? No, así que muere de hambre - le dijo el castaño sacando su comida. Venice alzó una ceja.

- Y yo que pensaba invitarte a mi cumpleaños - Phayu de inmediato, guiado por la curiosidad, le entregó la mitad de su sándwich a su gemelo. Venice sonrió triunfante.

- ¿Cuándo es tu cumpleaños? - Le preguntó el castaño a Venice antes de dar un mordisco a su comida.

- En dos días - le respondió como si nada.

Phayu miró perplejo a Venice y comenzó a toser erráticamente cuando los pequeños trozos de comida se fueron por su vía respiratoria.

Venice dio leves golpes a la espalda del chico y una vez que vio que la tos se había calmado, lo miró con curiosidad.

- ¿Qué te paso?

- Solo me sorprendí - le respondió levemente jadeante el menor - ¿Enserio tu cumpleaños es en dos días? - preguntó en un susurro y Venice asintió.

- Yo-o también lo estoy - Murmuró Phayu y está vez fue Venice quién quedó totalmente sorprendido.

El silencio se hizo presente entre ellos y en sus mentes muchas dudas comenzaron a surgir en ambos. Tenían las misma alergias, ambos tenían dos padres pero vivían únicamente con uno de ellos y poco sabían del otro, solo tenían una foto algo desgastada de su otro padre y ahora cumplían años el mismo día.

Eran ya demasiadas coincidencias.

Phayu miró a Venice, quien al parecer también estaba sumido en sus pensamientos.

- ¿Venice? - El recién nombrado miró en dirección a su gemelo - ¿Cómo se llama tu padre?



Juego de Gemelos| VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora