Once.

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Jolenne.

Llegamos a San Francisco hace apenas unas horas. Los chicos tuvieron que irse al estudio durante un par de días para ver unos últimos detalles de nuestro próximo álbum. Linda me insistió en venir para estar relajada los días previos a mi cumpleaños, y cualquier situación que se tuviese que discutir, me llamaría.

Kirk no dejó que alquilara una habitación de hotel y me invitó a quedarme en su apartamento. En un principio había rechazado su oferta, pensé que sería demasiado tenerme ahí todo el día. Una parte de mi odiaba esa idea, esa parte evitativa que me seguía desde que tengo memoria.

He luchado bastante conmigo misma para no cagarla con Kirk y, al menos, poder sentir el amor correspondido y tal vez una relación sentimental.

Así que acepté quedarme con Kirk por unos días.

Mañana sería finalmente mi cumpleaños. Al principio había planeado salir con los chicos de ambas bandas a algún bar o algo por el estilo. Pero hoy por la mañana, Linda me llamó apenada que lamentablemente mis amigos no podrían llegar a tiempo para mañana, pues habían tenido algunos problemas con la producción de los discos y tenían que resolverlo lo antes posible, lo cual llevaría hasta una semana.

Me puso un poco triste. Realmente quería disfrutar de mi día con ellos. Aún así, Kirk y los chicos estarían conmigo, aunque a Lars no le agrado en lo absoluto.

Estábamos en camino al estudio por segunda vez, ayer fui y Lars se la pasó lanzándome miradas incriminatorias durante todo el maldito día. Si hablaban sobre algún detalle de un riff o algo parecido, quería que lo discutieran en privado.

No quería que mi... lo que fuera que tuviese con Kirk afectara a la banda, y tampoco obligarlo a elegir. Le insistí que fuera solo, pero tal parece que la molestia de Lars lo impulsó a llevarme. No quería ir, e incluso intenté fingir sentirme mal, pero él no me creyó en absoluto.

—Nena, si te dice algo sólo mándalo al carajo, a veces se comporta como un idiota —dijo tomando mi mano.

Habíamos llegado ya al estudio. Mi estómago se revolvió, hoy precisamente no iba con el mejor humor y la poca paciencia que tenía, se había terminado ayer.

—No quiero ocasionarte problemas con él, Kirk. No debí haber venido.

—Oye, tranquila. A veces necesita de un golpe para traerlo de vuelta a la realidad y deje su actitud de mierda, créeme, hemos pasado por eso.

Me rodeó con su brazo y me obligó a caminar con él. Al entrar solo estaba James y un productor, gracias al cielo mi fan número uno no estaba. Pasaron tal vez unos veinte minutos y Lars llegó en compañía de Cliff. Iba bastante sonriente hasta que me vio sentada en un banquillo a un lado del productor.

—Tal parece que hoy también tendremos una agradable compañía —mencionó haciendo incapié en agradable. Obviamente, lo decía por mí, y obviamente, era sarcasmo.

No respondí nada y solamente le sonreí hipócritamente. Rodó los ojos y caminó hacia James.

Después de unos minutos, los cuatro pasaron al cuarto de enfrente y comenzaron a tocar algunas notas. James me invitó a entrar, me prestó una guitarra y estuvimos un tiempo improvisando. Disfrutaba de la cara de total desagrado de Lars, pues algunas veces hacía ruidos innecesariamente fuertes con la batería y llegaba a azotar las baquetas y, también pude escuchar levemente quejas de que podría robarme ideas suyas.

Kirk salió por un momento y Lars aprovechó para acercarse a mi. Le llevaba algunos centímetros, y dado el hecho que llevaba unas botas con altura, me dí el lujo de verlo un poco hacia abajo.

—Oye, Linda, ¿podrías venir un momento? —me tomó del brazo y me jaló un poco.

—No, lindo —respondí imitando su tono al decir lindo—. ¿Acaso no sabes que interrumpir a alguien en un solo es de mal gusto?

—Me importa una mierda el mal gusto, cariño —contestó con la voz más serena que jamás haya escuchado.

Y había acabado con mi nula paciencia. Me quité la guitarra de encima de manera brusca y por reflejo, él apartó su brazo. Pero yo lo tomé con fuerza y lo lleve hacia afuera del estudio.

—¿Cuál es tu maldito problema conmigo, Lars?

—¡Tú eres mi maldito problema!

—¿Se puede saber el porqué? ¡Jamás he sido irrespetuosa contigo!

El suspiró abrumado y pasó su mano por su cabellera larga—. Es solo que... que... ¡llegas de la nada y te la pasas queriendo estar en todo lugar en el que Kirk esté!

—¿Es que acaso estás celoso?

—No, ¡mierda! ¿porqué todos creen que me siento celoso?

—¡Porque eso parece! Kirk es tu amigo, Lars, tu mejor amigo, yo que sé, ¡pero no es tu maldita propiedad!

—¡Tampoco la tuya!

—¡¿Y qué te hace pensar que yo lo veo como mi propiedad?!

—Acéptalo, Jolenne. Solo quieres estar con Kirk porque es el famoso guitarrista de metallica, ¡anda, acéptalo, solo quieres obtener fama de esto! No eres más que una groupie disfrazada de guitarrista de quin... —

Mi mano se fue hacia su mejilla, tornando hacia ella de manera exquisita. Me hervía la sangre, quería callarle la maldita boca con una y mil bofetadas más.

—¿Qué demonios te pasa? —dijo sobando su mejilla.

—No voy a permitir que me llames de esa manera, Lars. Ni tampoco que vengas a suponer cosas que son completamente estúpidas —negó un poco y se dispuso a irse —. ¿Quieres saber lo que realmente quiero?

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friendly reminder:

Lars no me cae mal ni quiero hacerlo ver como el villano aquí, namas es por puro drama y les aseguro que no hay otro sentimiento de por medio.

Esta es solo una parte de un capítulo. por errores de edición se subió en dos.

Nothing else matters ☆━ Kirk HammettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora