Capítulo 4

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Katniss

El presidente Snow se ha ido, pero en su lugar han quedado miles de preguntas.

¿y si lo lastima?, ¿y si me lastima a mí?, ¿a mi familia? ¿A mis amigos? ¿A mi distrito? 

- Katniss, ¿está todo bien?

- Si mamá, no hay de qué preocuparse - miento.

Borro todo esto de mi mente al ver a Effie, Octavia y Flavius entrar a mi casa para prepararme para la entrevista de esta noche.

- Hola querida - dice Effie con su acento capitolino, mientras me abraza. 

- Hola, Effie - saludo.

- ¿Pasa algo? - ella parece notar mi estado de ánimo.

Miro alrededor, no hay nadie lo suficientemente cerca como para escuchar.

- He peleado con Peeta - decido omitir que Snow estuvo aquí.

- ¿Qué fue lo que hiciste?

- Gale..Gale me besó, al parecer él lo vio. ¡Pero juro que lo aparté en seguida!

- Ay, querida, qué mala racha tienes.

Miro al suelo.

- Ve - me dice.

- ¿Qué?

- Que vayas con él, Portia aún no llega así que tienes tiempo, yo te cubriré.

- ¿En serio?

- ¡Claro que sí!, merece tener una explicación. Ahora ve, pero no tardes mucho.

Le agradezco y me dispongo a salir, mientras que ella se dirige hacia los demás y los distrae.

Cierro la puerta con sumo cuidado y corro a la casa de Peeta, rogando al cielo que él quiera hablar.

Golpeo varias veces, pero al parecer se percata de que soy yo y no abre, así que decido entrar por mi propia cuenta.

- Peeta, ¿estás aquí?

- ¡Vete!

- No me iré sin que me escuches.

- No lo haré.

- Aún así no me iré.

- Haz lo que quieras.

Suspiro y me decido buscarlo. 

Él está en su estudio, sé que es su lugar favorito en la casa.

Al abrir la puerta lo encuentro completamente solo, sentado y viendo a la nada.

Camino hacia él y me hinco hasta quedar más pequeña de su altura.

- Cariño.

- No tengo nada qué decirte.

- Déjame explicártelo.

- No, Katniss, no quiero que lo expliques.

- Peeta, él fue quien me besó, ¡pero te juro que me aparté en seguida! Le di una bofetada y le aseguré que tú eres con quién quiero estar. 

- Aún así se besaron y estamos en una relación, no puedo permitir eso.

- De verdad lo siento.

- Por favor dejame sólo.

- Pero yo..

- Por favor.

Suspiro y salgo a regañadientes, cierro la puerta y me quedo sentada frente a ella esperando a que salga.

Peeta y yo nunca habíamos peleado, pero le doy la razón, Gale nunca debió haberme besado.

Me quedo sentada allí a lo largo de 15 minutos, después de los cuales debo irme, Cinna ya debió haber llegado y las cámaras no tardarán.

De todas formas, lo quiera o no, debemos hablarnos en la entrevista de hoy.

Sólo eran juegos (En llamas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora