Sólo eran juegos (En llamas)

capítulo 30

Katniss

Peeta me da la espita para limpiar mi boca de los residuos de vómito.

Me dirijo a un árbol y hago gárgaras varias veces para quitarme el mal sabor. Johanna parece notar mi procedimiento.

- toma descerebrada - me extiende unas cuantas hojas - eso ayudará.

Le hago caso, tomo una y me la llevo a los labios, la mastico por un rato hasta que me indica que tome otra. Repito éste procedimiento hasta que las hojas se acaban.

En realidad, ayudaron bastante, el mal sabor de mi boca ha sido remplazado por algo parecido a la menta.

-gracias - le sonrío con sinceridad.

- ¡chicas! Debemos volver a la playa - Finnick nos informa, a lo que Johanna y yo caminamos juntas hacia nuestro destino.

- ¿cómo es que sabes de plantas selváticas?

- mi padre me enseñó, él lo aprendió de su padre, él de su padre y él de su abuelo.

Ambas reímos.

- entonces, tienes linaje aventurero - la miro divertida.

- algo así. Antes de la división del país en distritos, la guerra, la muerte y la opresión, mi familia se dedicaba a explorar las selvas de la parte baja del continente, de esto quedó un libro, en cual ha sido heredado de generación en generación, de allí vienen todos mis conocimientos sobre la selva.

- wow, tienes un pasado más interesante de lo que me imaginaba - río.

Para éste punto ya hemos llegado a la playa.

- jaja, muy graciosa - el sarcasmo hace presencia en su voz.

Ambas nos sentamos en la arena, aunque ella debe ayudarme un poco.

- y dime, ¿es un descerebrado o una descerebrada como tú?

- una descerebrada como yo - le respondo siguiéndole el juego.

- ¡vaya! ¡felicidades! ¡pobre de Peeta! - me revuelve el cabello.

- gracias - sonrío - Pero, ¿pobre? ¿por qué?

- porque será el único varón en familia - suelta una risita.

Me gusta la manera en la que trata de proyectarme un futuro con Peeta, aunque nos encontremos en la arena de los juegos.

Beetee se nos acerca de repente - creo que tengo un plan.

Al instante Johanna se dispone a traer a los muchachos.

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- esto es lo que yo propongo - dice Beetee - si los profesionales no están aquí en la playa es gracias a que nosotros estamos aquí, si nos fuéramos ellos vendrían ¿no es así?

- se supone - le responde Johanna.

- mi plan es ir a aquel árbol donde caen los rayos y enredar el carrete en él, alguien lo traerá de vuelta a la playa y lo enterrará profundo en el agua, así, cualquier persona que esté en el agua o en la arena mojada será electrocutada.

- ¿y si el cable se quema?

- no se quemará, yo lo inventé.

- deberíamos intentarlo, ¿ustedes qué opinan? - bostezo.

Todos aseguran que es un buen plan.

- deberán mantenerme vivo por lo menos las siguientes 10 horas, así completaremos el plan.