Katniss
- Te veo en el balcón en media hora.
- Ahí estaré - sonrío.
Me doy una ducha relajante y me visto holgadamente con una camisa de Peeta y unos shorts claros que se encontraban en uno de mis cajones. Peino mi cabello y lo dejo suelto ya que sé que a Peeta le gusta así.
Voy hacia el balcón, dónde me espera Peeta con una canasta en su mano derecha y una pequeña caja negra en su mano izquierda.
- Lista - le afirmo - ¿estaremos aquí todo el día?
- No - sonríe y me toma de la mano guiándome a algún lugar.
Subimos por unas escaleras, las cuales nunca había visto, hasta que llegamos a una extraña puerta.
- Lo pasaremos aquí - abre la puerta dejándome ver una hermosa terraza repleta de flores y algunas sillas para apreciar el paisaje.
Camino por el lugar mirando atónita todo lo que se encuentra a mi alrededor - Peeta, esto es hermoso.
Envuelve mi cintura con sus fuertes brazos - sabía que te gustaría - se puede sentir su sonrisa por como habla.
- Gracias - recuesto mi cabeza sobre su hombro mientras cierro los ojos aún delante de él.
Nos quedamos así un buen rato, cada uno sumido en sus pensamientos.
- ¿quieres comer? - pregunta.
- ¡claro! - respondo animada.
Saca una manta de la canasta y la pone sobre el suelo, a lo cual yo me siento sobre ella con un poco de dificultad, luego saca la comida de la canasta; mientras lo hace la cajita negra que tenía hace un rato se le cae del bolsillo.
- ¿qué es esto? - pregunto curiosa.
- Voy a pedirte matrimonio - ríe mientras se sienta junto a mí.
- Eso ya lo hiciste.
- No sé qué sea exactamemte, Effie me dijo que te lo diera. Dijo que es de tu madre.
Al instante abro la caja, encontrándome con mi broche de sinsajo y una pequeña nota.
No querrías entrar allí sin esto.
- Mamá
- ¿qué es?
- Mi sinsajo - sonrío mirando la pequeña pieza.
- De acuerdo, ¿comemos?
- Por supuesto.
Pensó en todo, trajo desde estofado de cordero hasta esos bollos que tanto me gustan.
- ¿cómo conseguiste esto? - pregunto mientras mastico un bollo de queso.
- Digamos que Effie tiene un amigo en la cocina.
Comemos en silencio por varios minutos hasta que Peeta habla de repente.
- Amo a otra mujer.
«¡¿QUÉ?!» - pienso.
- ¿cómo puedes..?
- No te preocupes, te amo tanto como a ella, aún no la conoces, pero sé que cuando lo hagas no dejarás de amarla. ¡oh! y es más joven que tú.
- ¿¡CÓMO TE ATREVES MELLARK!? ¿¡Y ME LO DICES EN LA CARA!? ESTAMOS A PUNTO DE ENTRAR A LOS MALDITOS JUEGOS.
Ríe.
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Sólo eran juegos (En llamas)
FanfictionDespués de sus primeros juegos, Katniss tendrá que ser víctima de la ira de Snow. Pero.. ¿Qué hubiera pasado si todo lo que se dijo en el escenario del vasallaje fuese cierto? A la vida de Katniss y Peeta llegará una pequeña luz de esperanza que lo...