Sólo eran juegos (En llamas)

Capítulo 14

Katniss

- Luces hermosa hija - dice mi madre detrás de mí.

- Gracias.

- ¿Se nota mucho? - pregunto girandome hacia Prim, quien se encuentra al lado de mi madre, mientras pongo ambas manos sobre mi vientre.

- Tranquila Katniss, todo saldrá bien.

- Está bien - digo volteo nuevamente hacia el espejo.

Trato de arreglar un poco mi peinado, y es cuando comienzo a examinar cada detalle del gran vestido blanco. Tiene un escote de corazón y mucha pedrería blanca en la parte superior, de la cual sobresale un bulto casi innotable proveniente de mi vientre. La falda por su parte me llega hasta los tobillos y está hecha de tul. Por último, se encuentra acompañado por unos zapatos plateados con pedrería en la punta que hacen juego con el vestido.

Es en éste preciso momento, cuando analizo que en poco estaré casada con el hombre más tierno del mundo y me siento afortunada de que la vida me regale un momento tan especial como éste.

Pero es ver la chica sonriente y con los ojos llenos de esperanza y alegría, lo que me hace recordar el principio de toda esta historia, donde todo esto fue posible, la boda, el bebé y el amor infinito que nos tenemos el uno al otro.

Pero el principio de nuestra historia, la verdadera historia, no inicia en los juegos, ni en la cosecha, sino cuando realmente me di cuenta de que no sólo necesitaba a Peeta, lo amaba de verdad.

Flashback

- Creo que deberíamos olvidar.

- Pero, yo no quiero olvidar - parece desilusionado.

Esa conversación ha rondado por más de un mes en mi cabeza, no puedo creer que un simple panadero haga que dude de mí misma, ¿qué tiene de especial un estúpido chico?

Pero hay algo en él que me parece tan dulce, no puedo evitar pensar en él, es como una cicatriz; aunque la olvides siempre está ahí, recordándote un mal momento de tu vida.

De alguna forma me ha hecho sentir millones de emociones y sentimientos al pensar en él, él hizo que sintiera algo que Gale no pudo hacerme sentir. Se siente extraño cuando lo pienso, es como si en mi pecho hubieran miles de fogatas haciendo que mi corazón se derrita lentamente.

Creo que de alguna forma lo necesito conmigo, él hace que mis miedos más grandes se esfumen en un segundo, Lo necesito para que me cuide sin que se lo pida, para que me ayude a olvidar todo lo que pasamos.

- Ka...Katniss, ábreme por favor - ruega tras la puerta de mi habitación.

- Necesito pensar - digo entre sollozos.

- No quise hacerte sentir mal, sólo quise demostrarte mi afecto.

Él me había traído un pequeño ramo de violetas acompañado por una carta que revolvió mi cabeza y mi corazón:

Querida Katniss.

Sé que estos días no has estado muy bien, así que decidí darte esto para alentarte un poco. Sólo quiero que recuerdes que siempre estaré apoyandote para lo que necesites, estés donde estés. ¿recuerdas aquel beso en la cueva?, me dio esperanzas para luchar por tu vida y poder sacarte de allí, pero terminaste siendo tú quién me salvó.

Nunca pude agradecerte por darle una razón a mi vida desde que tengo uso de razón.

Recuerdo cuando corrías con tu hermana por la veta, y yo me escondía tras los arboles para asegurarme de que siempre estuvieras bien.