capítulo 31

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Snow

-..puede que no podamos salir juntos de aquí, pero aun así, no me iré sin ti.

- ¿¡qué quiere decir con eso!? - pregunto exaltado - no querrá salir junto con ese muchacho inservible de nuevo, ¿verdad? - Plutarch está sentado junto a mí, analizando cada una de mis palabras. Termina por negar.

- sólo piénselo, señor, esa niña es un caudillo del pueblo, pero estando embarazada no tiene la fuerza suficiente para siquiera intentar llevarse al muchacho consigo.

- en eso se equivoca, estando..embarazada - en realidad ese engendro me repugna, viniendo del distrito 12 debería ser abortado lo antes posible - es más fuerte que antes, tiene el apoyo incluso de los nuestros, porque se ve débil, asustada por su hijo, y eso le encanta a la gente de aquí; por lo que ahora tiene poder incluso aquí entre nuestros allegados.

- puede que sea así, pero todos cerrarán el pico cuando vean a Brutus asesinándola. Creame señor, para mañana en la mañana esa chica ya no estará en la arena.

Asiento levemente.

- hasta que eso suceda, - continúa - iré a coordinar todo. Volveré para brindar que el sinsajo y su descendencia ya no están en este planeta.

- ¡así será! - tengo plena confianza en que Brutus saldrá ganador, por consiguiente, Katniss Everdeen y Peeta Mellark morirán, después de todo.

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Katniss

- ¿estás bien, Katniss? - pregunta Finnick.

- para haber caminado tanto, creo que si.

Hemos «por fin» llegado al árbol, el camino se hizo eterno cuando encontramos lo que creíamos era un muto, lo que terminó siendo en realidad un gran pez en una laguna mediana, el cual ahora descansa en nuestros estómagos.

Beetee procede a enredar su carrete en todo el árbol, mientras el resto de nosotros descansamos un poco.

Peeta y yo estamos un poco alejados de los demás, por lo que decido expresarle lo que llevo pensando hace un tiempo.

- creo que es hora de irnos.

- ¿de qué hablas?

- de el plan.

- el plan funcionará, tranquila.

- sé que funcionará, eso es lo que me preocupa.

- ¿eh?

- si, Peeta, si el plan funciona no quiero ser.. - antes de continuar miro nuestro alrededor, todos están concentrados en algo, y lo suficiente lejos como para no escucharnos - ..la primera en disparar.

Él parece comprender - ¿qué tal si ellos tampoco?

- no quiero correr el riesgo.

Se lo piensa un segundo, luego suspira - de acuerdo, si el plan funciona nos iremos por la selva, seremos sólo tú, yo y la bebé, ¿de acuerdo?

- de acuerdo - ambos sonreímos.

- creo que está listo - Beetee llama la atención de todos.

Procedemos a reunirnos junto a él, para escuchar la siguiente fase del plan.

Me extiende el carrete - tú irás con Johanna hasta la playa, lo esconderán y regresarán. Ustedes dos - señala a Peeta y Finnick - se quedarán y me protegerán de los profesionales..y al árbol.

- no dejaré que vaya sola - interviene Peeta.

- ¿sola? ¿Y yo qué soy?, ¿una estatua? - le pregunta Johanna irritada.

- no, me refiero..debo ir con ella.

- Finnick y Johanna pueden quedarse a hacer guardia, mientras que Peeta y yo vamos a la playa - propongo.

- no, hay dos profesionales allí, necesito a dos hombres fuertes que puedan protegerme. Sin ofender, Johanna.

- no te preocupes.

- debo ir con ella - Peeta trata de verse firme.

- ¿hay algún problema? ¿acaso no confías en Johanna? - interviene Finnick.

- esto no se basa específicamente en confianza.

- ¡esperen!, ¡basta! - los interrumpo antes que se genere una pelea - iré con Johanna.

Miro a Peeta unos segundos - estaré bien, de todas formas si muero tú serás el vencedor, así que estaré tranquila.

Johanna me mira de manera inigualable - tal vez yo sea la ganadora - se cruza de brazos.

- no lo serás - culmino nuestra conversación ignorando el resto de sus palabras.

- estaremos bien, lo juro - sonrío para reconfortarlo.

- si estás en peligro, grita mi nombre, asesinaré a quien se atreva a tocarte un solo cabello.

- de acuerdo - río - te veré..te veremos a media noche..

Él asiente, esta es una despedida diferente, nos despedimos como si no fuéramos a encontrarnos en unas pocas horas, como si fuera la última vez que nos vemos.

Sus labios se dirigen a los míos y me da un beso corto, nuestras narices permanecen unidas un tiempo y luego, sorpresivamente, este se inca y besa mi vientre, por primera vez desde que entramos a la arena.

Al ser la primera vez que lo hace, me sorprende al principio, pero luego me dedico a acariciar sus cabellos rubios hasta que vuelve a su altura natural.

- las veré pronto, las amo.

- y nosotras a ti - es lo último que digo antes de partir a la playa con Johanna junto a mí.

👴👴👴👴👴👴👴👴👴👴👴👴

Hola, mis queridos lectores.

He vuelto (después de siglos) con un nuevo capítulo para ustedes.

Espero que lo hayan disfrutado, nos leemos en la próxima 😉.

👋👋


Sólo eran juegos (En llamas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora