Only One || Chirú ||

Tranquilidad

—¿Qué mierda haces aquí?

Pedro permanecía a un lado de la entrada, con la puerta abierta, mientras mantenía su ceño fruncido hacia el intruso ecuatoriano que había entrado al conjunto habitacional.

Esa tarde, el norteamericano tenía una misión, la cual era alegrar con su magnánima presencia la vida de Manuel.

Él estaba al tanto de lo que ocurría recientemente, también porque los chismes llegan en un abrir y cerrar de ojos.

Primero fue Martín diciéndole que Daniel había hecho llorar al chileno, luego, cuando se lo preguntó al mencionado, éste le dijo lo que en verdad ocurrió, y esto era solo algo que confirmaba sus sospechas. Manuel estaba siendo afectado por el encuentro entre Francisco y Miguel.

Pedro realmente quería averiguar más a fondo sobre la situación, así que cuando llegó al departamento de su mejor amigo, botó a Miguel con la excusa de que ya no pasaba tiempo con Manuel por su culpa, y cuando éste se fue, el mayor solo lo miró de reojo con cierta seriedad.

"Luego hablaré contigo". Aseveró.

No obstante a su buena acción del día, nunca imaginó que quien arruinaría sus planes de buenas a primeras, sería el mismo centro del problema.

—Pedro...

Francisco, al igual que el mexicano, tampoco pensó encontrarse con él en el departamento de Manuel, fue así que al verlo, no pudo ocultar la mueca de desagrado al recordar todo lo pasado con él.

Si bien, al final nunca estuvo románticamente con Miguel, nada le quitaba de la cabeza que él realmente quería quitárselo, así como también que todavía se encontraba enamorado del peruano.

Trató de controlar su disgusto ya que no era su objetivo buscar una pelea, además porque no se encontraba solo con él en ese lugar.

—¿Puedo pasar? —dijo Francisco al final.

—¡No! Y chingas a tu madre.

Pedro estaba apunto de cerrarle la puerta en la cara, de no ser porque alguien más se interpuso en su acción.

La mano de su hermana venía detrás del ecuatoriano, empujando la puerta para que no se cierre por completo.

— ¿Itzel?

—Pedro, por favor, déjanos pasar, solo queremos hablar.

Por unos cortos segundos, Pedro estuvo procesando la estadía de ambos en ese lugar, no obstante, incluso en esas circunstancias, no quería dejarlos pasar, algo que no servía de mucho, debido a que Itzel ya había logrado entrar junto a Francisco.

Pedro furioso dejó la entrada y agarró del brazo al mayor entre los tres.

—¡Hijo de perra, lárgate ahora mismo!

—¡Pedro! —su hermana le contestó horrorizada.

Él ni siquiera la tomó en cuenta.

—Me has escuchado, ¿no? ¡Vete de aquí a menos que quieras que te saque a patadas!

Pedro estaba punto de cumplir su promesa, con todas las ganas e incentivos acumulados desde ya hace un tiempo, sin embargo, al final no lo hizo debido a la interrupción de la escena.

—¿Qué está pasando aquí?

Manuel, quien anteriormente se había encargado de instalar los videojuegos que jugaría junto al mexicano, llegó de una manera calmada, logrando tener a la vista a una Itzel preocupada, y a su mejor amigo reteniendo al ex novio de Miguel; lo que lo desconcertó momentáneamente.