«Tan destrozado que no puede repararse»
«Tantos errores que tiene miedo de continuar»
El destino ha sido cruel pero justo con ellos, no hubo momento mejor que el ahora, en las situaciones y circunstancias correctas.
«Tan destrozado que no puede repa...
Los padres de Miguel, Julio y el propio Miguel prepararon desde muy temprano la comida que se serviría en el almuerzo, todos ellos le pusieron mucha dedicación considerando que muchos de los amigos de los cumpleañeros serían extranjeros y deberían probar lo mejor de su país.
La madre de Miguel junto a Miguel estuvieron preparando entre ambos arroz con pato mientras el padre del mismo preparó papa a la huancaína, ensalada de cebolla, el licuado de ají y a su vez agua de chicha morada.
Julio estuvo ayudando con la limpieza y otras cosas pequeñas pero también -después que Miguel se desocupó- ambos prepararon un enrollado de palta que era prácticamente "causa limeña" solo que mayormente el interior se llenó de palta y otras cosas.
Pedro e Itzel, quiénes llegaron junto a Julio, también se adentraron en la casa de Miguel; solo que mientras una buscaba con qué mantelar las mesas y sillas en el patio, el otro jugaba con el cachorro de la familia y molestando a más no poder al pobre y amargado cuy mascota.
Recordaba que al llegar uno de los cumpleañeros, todos pasaron a felicitarle y le entregaron algunos obsequios que en la actualidad yacían en la habitación de Miguel para guardarlos. El mexicano después de esto, fue a buscar a las mascotas alegando que era su cumpleaños o la celebración de tal y por tanto no haría ningún quehacer. Miguel y Julio rodaron sus ojos por el comentario de su mejor amigo.
Mientras Julio, Miguel y los padres de este último preparaban la comida, llegaron los amigos europeos en un taxi y junto a ellos trajeron un montón de botellas de licor. Había una gran variedad de ellas como Whisky, vodka, cerveza, vino y tequila. Unos minutos después llegaron Martín y Sebastián con las botanas que se comprometieron a traer, y todos juntos fueron a ayudar a Itzel con el arreglo de las mesas, música y demás decoraciones del patio.
La comida ya estaba casi lista, solo faltaba el tiempo de cocción que en sí haría la cocina del lugar, así que Julio y Miguel se fueron a duchar, solo que Miguel le dio el pase a que el boliviano lo haga primero.
En el ínterin de su baño, escuchó la voz de Daniel a quien por cierto mandaron a comprar el pastel de cumpleaños y felizmente llegó a tiempo, también vio como una bola mostaza corría rápidamente con el objetivo de subirse al segundo piso y escuchaba a su vez un "Causita, ven aquí, no me abandones, todavía nos falta nuestra selfie para instagram", el menor rodó sus ojos, esta vez sí le daba lástima su tsundere mascota, el pobre tenía que soportar que Pedro lo moleste constantemente.
Desde afuera escuchó como Itzel regañaba a Francis y a Gilbert por empezar y acabarse de tomar una botella de whisky, así que el peruano no hizo más que suspirar cansinamente. Sus amigos eran así de revoltosos, ya era algo que esperaba pero por lo menos deseaba que se comporten cuando Manuel y sus padres lleguen al lugar.
Miguel volvió a suspirar debatido.
¿A quién engañaba? Ya conocía a sus amigos, probablemente más tarde harían un alboroto peor considerando que ya empezaban a embriagarse.
Julio salió del baño con una toalla y fue a la habitación de su mejor amigo para cambiarse, así que lo único que le dijo Miguel fue:
— Cuando estés listo, lidia y controla a todos, por favor.
Inmediatamente después, Miguel entró al cuarto de baño con el fin de ducharse y consecuentemente después arreglarse para presentarse y dar comienzo a la celebración del cumpleaños de Pedro y Manuel.
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