Aemond Targaryen.
Caminamos por aquella calle tratando de recordar donde habíamos visto a aquella niña. Era de noche cuando la vimos y no recordaba nada.
—Creo que fue en esta —murmuro Cole y mi hermano y yo entramos.
Había una mujer con cara de querer matar a alguien.
—Busco a una mujer — hable —Para mi hermano y para mi. La vimos hace unos días.
—¿ Cómo se llama?
—Adeline—respondió Aegon.
La mujer miro a uno de sus hombres y se removió incomoda.
—No tengo a una mujer con ese nombre — quiso sonar convincente, pero su voz le fallo.
—Traiga a la mujer — pedí por las buenas.
—Ve y trae a la pequeña puta asesina — ordeno a uno de sus hombres.
Mire a Aegon y este me devolvió la mirada.
¿ Asesina?
Unos segundos más tarde el hombre venía, pero esta vez escuché su voz.
—¡ Te dije que yo no soy una maldita prostituta! — le grito —¿¡ A cuantos hombres tengo que matar para que lo entiendan!?
Se callo de golpe cuando nos miro, intento hacer una reverencia y Aegon tomo su cintura pero esta hizo una mueca de dolor.
—¿ Estas bien? — tomo su rostro entre sus manos.
—Les daré una habitación —murmuro la mujer y negué.
—Adeline — la llame y me miro —¿ Mataste a un hombre?
—Intento violarme y me defendí, ya se quien era el hombre y acepto que quieran castigarme.
—No vamos a castigarte—Aegon solto su rostro —Vinimos para otra cosa.
—Ya le dije a este rata inmunda que yo no soy una prostituta, la mujer que me trajo dejo en claro que soy su sirvienta.
—No vinimos para que te acuestes con nosotros —aclare —Arryk, sacala de aquí. Nosotros hablaremos con la mujer.
Arryk le ofreció su mano y esta nos miro, asentí para darle seguridad, su mirada era oscura y vacía, pero estaba aterrada. Se veía desde lejos.
—Es de mi propiedad, no pueden llevarsela— murmuro la anciana —Esa puta trabaja para mi.
—Criston —mi hermano lo miro —Cortele la lengua a esta mujer por ofender a un miembro de la dinastía Targaryen —murmuro y este asintió.
Aquella mujer empezó a gritar y sus hombres intentaron protegerla, pero inútil. Salí de aquel lugar junto a Aegon y nos acercamos a ella.
—¿ Qué quieren de mi? —pregunto con altanería.
La mire de arriba y pude fijarme en su cuerpo. Era mucho más baja que nosotros, sus piernas eran gruesas y largas, tenia los pechos más grandes que había visto, demasiado grandes para su edad, su cadera era ancha dándole un excelente culo y su cintura tenía una buena forma. Llevaba puesto un vestido que estaba roto y tenía una camisa por encima.

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LA GUERRA DE DOS REINAS.
FanfictionAdeline Targaryen. Primogénita de Rhaenyra y su espada juramentada Sir Harwin Strong. Muchos hablaban de ella, su cabello era negro y oscuro como la noche, pero tenía aquellos ojos violetas uno de los rasgos característicos de los Targaryen. Cada...