10

1.8K 149 2
                                    

Adeline Targaryen.

Dreamfire aterrizo frente a mi y cerré los ojos cuando rugio. Helaena bajo de aquel dragón y corrió hasta mi para abrazarme, estaba más hermosa que nunca.

-Te extrañe mucho -susurro -Tienes que volver a Desembarco.

Fue lo primero que dijo y miré a su dragón que sobrevolaba el castillo, lo pensé y sonreí.

-Aemond aceleró las cosas con su boda y tu tienes que impedirlo -borre mi sonrisa-Casarse con Cassandra Baratheon no es una buena idea y su amante tampoco lo es, tienes que hacer que las olvide.

-Yo también te extrañe mucho, pero no puedo hacer lo que me pides.

-Ya perdiste Aegon, no puedes perder a Aemond. Una vez te dije que ibas a encontrar al lobo y que el dragón de dos cabezas siempre sería más fuerte, pero ellos no estarán unidos si su pilar más fuerte no está.

-¿ Estas hablando de mi?

-Por supuesto que si - tomó mi mano -También debes volver por la salud de mi padre y descubrir lo que le están haciendo.

-¿ De que hablas?

-Mi abuelo le ha estado dando cosas, lo está matando, pero nadie va a creerme porque yo soy la "Loca" que habla con insectos.

Volví a mirar a Dreamfire y negué.

-Lo siento mucho Helaena, pero no puedo.

Después de entrenar con Daemon volví a mi habitación y espere por horas que Lucerys me buscará para entregarme la carta que había esperado, pero no ocurrió. Cene en mi habitación y sonreí cuando Luke entró.

-Traje a alguien que quería verte -señaló y se hizo a un lado para dejar ver a Aegon.

-Te extrañe mucho hermanita - lo tome entre mis brazos y deje un beso en su mejilla.

-Hablen rápido porque mamá se dará cuenta que no está en su habitación- el pelinegro me miro y asentí.

Le conté un cuento al pequeño y después yo misma lo llevé a su habitación. Afortunadamente Rhaenyra estaba ocupada con Jacearys y su Valiryo.

Volví a mi habitación y me acosté en aquel mueble negro que estaba ahí. No sentía aquella habitación mía, me sentía extraña y extrañaba mucho a Aegon y Aemond. No sabía que era lo que sentía por ellos, pero algo sentía.

Me levante y me dispuse a mirarme en el espejo. Yo nunca sería tan bonita como Arelys Lannister o tan elegante como Cassandra Baratheon.

Suspire y me tire a la cama para quedarme dormida. Los días continuaban pasando y yo cada vez más extrañaba Desembarco.

Un guardia entró al salón donde solian ser las comidas "familiares"

-¿ Qué podemos hacer? -escuché la voz de Rhaenyra.

-Ir a Desembarco y proteger el reclamo de Lucerys.

Sonreí como al escuchar aquello y corrí hasta mi habitación.

Tal y como escuché, todos viajariamos a Desembarco del rey, estaba tan feliz que no podía disimular. Tome mi huevo de dragón y lo deje en aquella caldera de la pequeña habitación en aquel barco.

La puerta se abrió dejando ver a Luke con mi pequeño hermano en brazos. Tome a Viserys y comencé a jugar con él.

-Gracias Luke.

-De nada.

Las horas pasaron y en un abrir y cerrar de ojos ya habíamos llegado a Desembarco y esta nerviosa por volver a verlos. A ambos, porque eran los dos o ninguno.

LA GUERRA DE DOS REINAS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora