LA GUERRA DE DOS REINAS.

20

Adeline.

Rhaenyra asintió con una sonrisa y se acerco a abrazarme. Me sentí un poco incómoda, pero correspondí a medias.

—Adeline—el rey me llamo—Quisiera hablar contigo después del desayuno.

No.

No estaba dispuesta a escucharlo como si las cosas fuesen a arreglarse de un día para el otro.

—No se preocupe su majestad—sonreí—Aceptaré todo lo que usted decida.

—En ese caso la princesa Rhaenyra y yo empezaremos los preparativos para las ceremonias—la reina sonrío y tomo mi mano ya que estaba a mi lado.

—Oh sí—la peliblanca sonrío—Una ceremonia Valirya.

—No—me apresure a decir—Digo, seria una falta de respeto a la reina y Lady Baratheon ya que no conocen el idioma sin contar que los invitados tampoco lo dominan y sus costumbres son diferentes a las nuestras.

—En ese caso yo tampoco quiero la ceremonia—murmuro el tuerto.

—Yo no tengo ningún problema mi príncipe—Lady Baratheon tomo la mano de Aemond y la mire.

—No.

Baje mi cabeza ante la mirada de Aegon que parecía divertido con aquella situación. El maldito lo disfrutaba.

Ignore a la reina y la mujer frente a ella y me dedique a hablar con Hel.

—¿Terminaste el bordado de Sunfire?—sonrío y negué—Te prestare los hilos.

—¿Hiciste un bordado de Sunfire?—Jacearys me miro y asentí.

—Sí, he hecho muchos.

—Claro.

—Iré a volar—Luke se levantó—¿Alguien viene conmigo?

—Yo iré con él sastre para mi silla de montar—me levante con su excusa para alejarme de todo ese caos que hacía llamarse familia.

Sonreí al ver que Aegon corría tras de mi y lo tome entre mis brazos para ir con él.

—¿Ya tienes un dragón?—sonrío acariciando mi mejilla con amor.

—Así es—sonreí besándole las mejillas.

—¿Me llevarás a volar?—asentí—¿Cómo se llama tu dragón?

—Silverwimg.

—Silver—asintió—Bonito.

—Serás una gran madre—Escuche la voz de Jace.

—¿Madre?—Aegon negó—¿Cómo mamá?

—Así es—asentí—Si nos disculpas.

Le pase por un lado al pelinegro para ir con el sastre.

Aegon me estaba ayudando con la decoración de mi silla de montar.