Adeline Targaryen.
¿ Por qué carajos tenían que ser tan complicados? Uno se divertía haciendo que pasara momentos incómodos y el otro a veces estaba de buenas y a veces de malas. A veces me trataba bien y otras simplemente se hacía el indiferente.
Me queje del dolor cuando una de las muchachas pasó su mano por una de los latigazos en mi espalda.
—Lo siento, mi princesa.
—Estoy bien.
Espere a que terminara con mi peinado y me fui a la habitación de Helaena que estaba más preciosa que nunca.
—Hola princesa Helaena — se levantó a abrazarme y eso me sorprendió.
—Hola, princesa, se ve radiante el día de hoy —sonreí —Le diré al sastre para que haga vestidos más descubiertos, se acerca el verano y te morirás de calor si usas eso.
—Estoy bien así.
¿ Qué diría la reina de mi si viera todas esas cicatrices en mi espalda, en mi brazo, en mis piernas? ¿ Sería una decepción para ella? Aparte aquellos pensamientos y me
dispuse a pasear junto a la que se había convertido en mi amiga esos días.A lo lejos pude ver a Aemond y Aegon entrenando en aquel patio donde había pasado varios días durante el alba.
—Puedes ir, no tengo ningún problema —fijo su vista en sus hermanos y me miro —Ve.
—No quiero dejarte sola — sonreí —Saliste conmigo y volverás conmigo.
—Puedo esperar o volver con mi dama de compañía.
Asentí y corrí hacia la valla sin importar que alguien le dijera a la reina sobre mi comportamiento. Aegon y Aemond estaban entrenando, parecía que iba ganando a Aegon, pero Aemond sabía darle su batalla.
—Más arriba— le indique al mayor y me miro confundido.
—Haz lo que te dice— le dijo su hermano y obedeció
Me eche a reír cuando Aemond cayó al suelo con facilidad. Ambos soltaron sus espadas y caminaron hacia mi.
—¿ Qué haces aquí? —Aegon me miro y sonreí.
—Te doy consejos de cómo derrotar a tu hermano.
—Yo te doy y no consejos — ladeo la cabeza sonriendo de manera pícara.
¿ Qué? Seguro estaba insinuando sus cosas extrañas.
—Mhmm — escuché a Aemond —Dejala de molestarla Aegon y tu deberías irte — me miro.
—¿ Quién lo dice?
—Yo — respondió obvio.
—No voy a hacer lo que tu dices — me encogí de hombros.
Suspiro y salió del campo con rapidez.
—No se que estas haciendo, pero estas a punto de llevarnos a la locura.
Aegon siguió a su hermano y suspire volviendo con Helaena. ¿ Qué yo hacía algo? Ellos eran los irritantes.

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LA GUERRA DE DOS REINAS.
FanfictionAdeline Targaryen. Primogénita de Rhaenyra y su espada juramentada Sir Harwin Strong. Muchos hablaban de ella, su cabello era negro y oscuro como la noche, pero tenía aquellos ojos violetas uno de los rasgos característicos de los Targaryen. Cada...