30 Vicios

Disfraz

Disfraz: Vestido de máscara que sirve para las fiestas y saraos, especialmente en carnaval.

La ve bailar con ese disfraz de bailarina árabe que no le llega a tapar el vientre, que le hace ver sus caderas moviéndose al compás de esa música rítmica que parece excitarle tanto. Sus movimientos son tan ágiles, envolventes y sensuales; simplemente le seduce. Las monedas incrustadas en su cinto se mueven y resuenan mientras baila. Su chal azulado parece moverse con el viento. Todo tiene un aire tan irreal que parece imbuirlo en un hermoso sueño.

Si no estuviera solo, probablemente subiría a la pista bailaría con ella, o simplemente subiría y la sacaría de la pista a rastras, pero no lo está: Por todos lados y a su alrededor, hay gente mirando. Es normal, debido a que es la fiesta de disfraces de Konoha, y una Hinata pasada de copas se ha animado a subir a danzar con esa melodía.

Él no ha podido evitar que bebiera, dado que su amor platónico la ha hecho beber tanto alcohol que ni siquiera puede reconocer a su tímida prima. Ahora, Naruto –sí, su amor platónico-, que va disfrazado de payaso, parece embobado con la figura de "su" prima.

Él no puede evitar sentir rabia al notar como la mira, comiéndosela con la vista. Por todos lados, los chicos parecen alucinados de que la tímida Hinata baile así. Kiba babea sin poder evitarlo, como el perro que es, y Shino parece en su mundo, observando a su compañera de equipo como si nada. Ese Uchiha, situado casi al principio de la fila, la ve con rostro frío; Shino y Sasuke son los que parecen tenerle un poco de respeto, los demás son una panda de babosos degenerados. Respecto a las chicas, algunas están maravilladas por ver como baila su amiga, otras observan la danza con asco y odio, viendo que todos los chicos tienen los ojos puestos en ella; Neji piensa que son unas envidiosas. Parece que entre el público hay toda clase de emociones, que van desde el odio más intenso, al amor más profundo.

Neji se pregunta si no será él el pervertido por mirarla así, pero deshecha esta idea: ella es su prima, su sangre; jamás podría desearla de esa manera. ¿Pero por qué siente impulsos de borrarle esa sonrisa de la cara a todos esos idiotas? Quiere que se traguen su propia baba o que un rayo les caiga encima por sus malos pensamientos.

-—Caray, Neji-kun, ¡No sabía que tu prima bailaba tan bien! —le susurra Tenten al oído, sonriendo.

Su tensión se va; su compañera de equipo siempre consigue calmarlo.

—Yo tampoco —y es cierto, jamás habría pensado que ella se movía de esa manera.

Neji mira su disfraz: Un ronin; típico de él. A su lado, Tenten va de bruja fea, con algunas verrugas pintadas en la cara y una larga nariz de plástico; realmente si te saliera en un callejón oscuro te daría un paro cardíaco. Pero ciertamente, ahora la cara de Neji da más miedo, viendo como el asqueroso de Uzumaki se levanta de la silla y se dirige a su prima con intenciones insospechadas.

—¿Neji, pasa algo? —le pregunta su acompañante, algo asustada.

—Absolutamente nada —contesta Neji, levantándose de la silla.

Entre las miradas sorprendidas de todos, Neji se desliza entre el público y sube al escenario, donde Naruto ya ha subido y está bailando muy pegadito con Hinata. Ella, como es de entender, está encantada con que su amor-ya-no-tan-platónico, esté danzando con ella de esa manera tan provocativa y ahora al ritmo del más osado reggaetón.

Preguntándose qué coño es esa mierda de música, el Hyuuga toma del cuello de la camisa al Uzumaki y lo lanza al suelo de un puñetazo.

—No te atrevas a tocar a Hinata-sama, estúpido —agachándose hasta él, le susurra al oído—. Ella es mía, ¿Entendido?

Naruto le mira sorprendido, y Hinata grita nosequé de arruinarle la fiesta. Neji simplemente la toma del brazo y la coge en brazos, ignorando sus manotéos y sus súplicas de que la baje para seguir bailando. Pero él lo tiene claro...

Hinata-sama es suya, de su propiedad. Y por supuesto, no va a permitir que ningún idiota le ponga la mano encima.