Calor

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Calor: Sensación que se experimenta ante una elevación de temperatura.

Están en pleno verano, y por supuesto, hace un calor de los mil demonios.

El verano significa playa, piscina, helados, salidas con los amigos. Sobretodo que ahora casi toda Konoha está de vacaciones, significa diversión asegurada. Pero para Hinata eso también significa ver a Naruto-kun más de lo habitual, significa poder mirarle en bañador, significa lucirse ante él e intentar gustarle; aunque con la ojos verdes pegada a sus talones todo el día no puede hacer absolutamente nada.

Como cada mañana, se prepara para ir a la piscina del pueblo. Aunque parezca mentira, por orden de Tsunade-sama y debido al horrible calor que hace en verano, han construido una. Como no queda lejos de la mansión Hyuga, su padre la deja ir, aunque con una pequeña condición:

Tiene que llevarse a Neji con ella.

Aunque normalmente lo trate bien por ser su primo, hoy sólo lo ve como un fastidioso. No sabe exactamente el motivo de su mal humor. Quizás tiene que ver con que en unos días estará con el período, o que simplemente se dio cuenta tarde de que su primo era un factor crucial en su relación con Naruto-Kun. Y es que cuando está con él, no se le acerca para nada.

Es más, ningún chico se acerca.

Caminan pausadamente, sin hablar demasiado, como otros días han hecho. Sólo al llegar a la piscina intercambian algunas palabras de respeto y se dirigen a sus respectivos vestuarios.

Luego entran a la piscina como siempre; pero siempre tienen que permanecer juntos por orden de su padre.

Una completa estupidez, a los ojos de Hinata.
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Ya he visto otras veces a mi prima en bañador, pero a cada vez, no puedo evitar mirar ese cuerpo espectacular que tiene, con su gran busto superior a la media y que muchas suelen envidiar.

Su vientre plano y blanco al descubierto, y sus piernas blancas torneadas; toda ella es perfecta y deseable. Sólo Ino se le puede comparar, con esos bikini de infarto que suele llevar y que la hacen lucirse tan bien delante de los chicos.

Bueno, a mí lo único que me llama la atención es Hinata-sama, pero ella sólo está mirando a ese hipócrita de Uzumaki. ¡Cómo si no hubiera más hombres que él en el mundo!

Si supiera que se lía con todas las que puede y que ella será una más en su lista de dejarse… Igualmente yo no pienso permitir eso. Como ya le dije una vez en la fiesta de disfraces, Hinata es sólo mía, y como se atreva a ponerle un solo dedo encima se las va a ver conmigo y mis puños.

No por algo soy el genio de los Hyuga, ¿no?

En un momento de descuido, veo que Hinata se está acercando al grupito de Naruto para saludarlos, pero en el camino se resbala y cae al suelo espatarrada. Las gritas del rubio y los demás chicos y chicas recaen sobre ella.

—Me parece que voy a tener que ir a ver si se hizo daño emocional…
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Sobre el césped y encima de su toalla blanca, el tono dorado que ha adquirido Neji en su cuerpo estos días de piscina, se refleja en su piel más morena y brillante.

¡Qué lindo es, que bueno está! No he podido evitar babear...

¡Entendedlo, a mí me gusta Naruto Uzumaki; remarco! Pero joder, desde que hizo eso en la fiesta de disfraces mi mente ha estado ideando planes descabellados para descubrir si le gusto o no.

¡Oh, Dios! Si no me apartó me acabará matando con ese aura de ángel celestial que tiene… Mejor voy a ir a saludar a Naruto y los demás, porque si no se me va a ir el santo al cielo y vamos apañados.

Lo lindo del asunto es que para acabarla de fastidiar, mis piernas acaban de fallar, y me dado cuenta ahora de que estoy espatarrada en el suelo y con un tobillo torcido. Y para acabarla de joder del todo, mi amor platónico y la ojos verdes de bote esa se están riendo de mí. Sólo me faltaba eso.

¡Maldita sea, que vergüenza!

Ni siquiera se han levantado a ayudarme, sólo se ríen desde su toalla. Uh… Creo que me estoy deprimiendo.

Sin embargo, como si de una película de acción se tratase, veo a mi primo corriendo hacia mí y cogerme en brazos.
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Hinata estaba roja como un tomate salido del horno, sujeta entre los brazos de su primo. Parecía que ahora toda la piscina se fijaba sólo en ellos dos, y ella nada más quería separarse de él y salir corriendo de allí.

—Vamos a volver pronto a casa hoy; hay que curarte ese tobillo —dice él, con una sonrisa de oreja a oreja y mirando a Naruto, que se queda impactado con esa mueca por parte de Neji.

—E-Está bien Neji-niisan... —Neji vuelve a dirigirse a la toalla, donde tumba a Hinata.

Toma todas las cosas que había sobre el césped, guardándolas, y enseguida vuelve a tomar a la chica; aunque ésta se niega.

Con Hinata exclamando que puede caminar (porque puede), y Neji sonriendo de oreja a oreja y sosteniéndola firmemente, parecen una linda pareja de novios.

A pesar de que todos los que conocen a Neji y Hinata Hyuga, ven esta escena como algo antinatural.

30 ViciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora