Parte dos.
Alejandro se aproximó a la puerta, la abrió y la volvió a cerrar casi al instante. Se alejó y regresó al lado del espejo.
Cuando levantó la vista se encontró consigo mismo. Tenía los ojos rojos e hinchados, entre la marihuana, el alcohol y el llanto, había quedado destruido.
Observó sus muñecas. Estaban rojas también. Nicolás lo había sujetado con fuerza.
Las manos de su compañero eran grandes y fuertes, le había demostrado eso múltiples veces. Un escalofrío le recorrió el cuerpo.
Tragó en seco. Su mente se estaba yendo a lugares que él no deseaba.
"¿Qué significa todo esto?" Se preguntó mentalmente.
La angustia todavía le causaba dolor en el pecho.
Se quedó tanto tiempo enfrascado en sus pensamientos que se olvidó de las palabras de Nicolás; bajó corriendo y salió del edificio. Miró en todas las direcciones posibles…ya era tarde. Su compañero se había marchado.
Alejandro se quedó sentado en el cordón de la vereda, fumando y contemplando la noche oscura, ni siquiera él comprendía porque se quería ir con Nicolás…
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Él lunes en la mañana se encontraba aún peor. Se moría de vergüenza cada vez que recordaba cómo había llorado en los brazos de Nicolás.
Aún podía sentir las caricias de Nicolás en su cabello…
"No, no, no te gusta el simio ese" se repetía mentalmente mientras iba al trabajo.
Por mucho que le hubieran gustado las caricias y el abrazo era su desesperación por afecto lo que lo había llevado a eso, no otra cosa. Alejandro no quería saber nada con el hombre que le vivía gritando y diciendo cosas horribles.
Estaba a punto de entrar al edificio cuando escuchó que alguien lo llamaba; era Gabriel.
El chico alto y castaño cruzó la vereda con rapidez.
– Ale – le sonrió – ¿No vas a comprar el desayuno hoy?
Alejandro lo miró con una mezcla de irá y tristeza.
–Hace días que no me contestas los mensajes… – comenzó a hablar con un hilo de voz – ¿Y lo primero que me decís es esto?
Suspiró y evitó su mirada, no lo podía creer.
–Dale, Ale, no te enojes – lo intentó tomar de la mano – anduve ocupado estos días, no tuve tiempo.
Alejandro se volteó para mirarlo con el ceño fruncido.
–¿No tuviste ni cinco minutos para contestar? – lo cuestionó.
Comenzaron a discutir allí mismo. Gabriel intentaba justificar sus acciones mientras que Alejandro no quería oír sus excusas.
–No seas histérico, Alejandro – lo tomó con fuerza del brazo – te estoy diciendo que estuve ocupado, que parte no entendés.
Alejandro se asustó, el chico le estaba haciendo daño.
– Soltame, por favor, me estás haciendo mal – intentó zafarse del agarre pero no lo consiguió.
–No hasta que no me digas que está todo bien– Gabriel hablaba en un tono de voz imperativo.
–Pero no está todo bien – le contestó el rubio – soltame te digo, tengo que entrar a la oficina.
Comenzaron a forcejear. La gente que pasaba por la calle no decía ni hacía nada. Alejandro estaba por largarse a llorar.
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corazón frágil (Scaloni x Aimar)
FanfictionLionel es padre soltero luego de quedar viudo. Vive solo con su pequeño hijo Julian de cuatro años. Un día, Lionel lleva a Julián al jardín de infantes y se encuentra con que la maestra del niño no estaba más, en su lugar, un joven hombre llamado P...