Capítulo 12

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–Y esa, mis niños, es la historia de cómo nos conocimos con Nico– finalizó su relato Alejandro.

Paulo y Cristian tenían la mandíbula por el piso.

–Tío, te pregunté porque estaban culeando en el baño de mi papá…no sé qué tiene que ver cómo conociste al tío Nico…– habló Paulo.

–No seas irrespetuoso, Paulito – lo retó Nicolás– nosotros hacemos el amor…

Nicolás lo tenía abrazado a Alejandro.

Cristian no pudo evitar reírse, la situación era demasiado bizarra.

–Creo que no quería tanta información…– Paulo negó con la cabeza.

Mientras los jóvenes hablaban con Nicolás y Alejandro, Lionel y Pablo estaban en la cocina, preparando café.

–¿Estás seguro que no se les va a escapar nada? – le preguntó Pablo preocupado. Estaba recargado sobre la mesada, al lado de Lionel.

–Quedate tranquilo, confío en que no van a decir nada – hablaban en voz baja – se hacen los pelotudos pero no lo son.

Lionel les imploró a sus amigos que no se les ocurriera mencionar nada sobre su relación con Pablo frente a los chicos.

Alejandro y Nicolás habían quedado estupefactos al enterarse que el novio de Paulo era el hijo de Pablo.

–Bueno, café para todos – anunció Lionel. Él y Pablo llevaban las tazas para todos.

–¿Dónde vamos a dormir? – preguntó Paulo – Juli y Enzo quedaron desmayados, miren.

Paulo sacó su celular y le mostró a los presentes la foto que le había tomado a los niños. Estaban en la cama de Julián, durmiendo abrazados.

–¿Cómo pueden ser tan tiernos y diabólicos al mismo tiempo? – reflexionó Alejandro.

–No los quiero molestar, ya están dormidos, vamos a tener que hacer ruido para sacar los colchones y demás…

–Vengan a dormir a casa – ofreció Nicolás – pero nada de querer andar procreando, la nuestra es una casa decente.

Pablo se tapó la boca con las manos, ahogando una risa. Todavía no podía sacar de su cabeza la imagen de Alejandro y Nicolás.

–¿Les molesta ir a dormir a lo de Ale y Nico? – preguntó Lionel mirando de reojo a Pablo. Deseaba que los chicos aceptaran para poder dormir con su amado.

Paulo miró a Cristian, quien alzó los hombros con indiferencia.

–¿En casa no hay lugar, pa? – preguntó Cristian – si Enzo está durmiendo acá, nosotros podemos dormir en su pieza.

Cualquier plan de Pablo y Lionel quedó esfumado en segundos.

–Ah…si, tenés razón, podemos hacer eso…– Pablo también deseaba pasar la noche con Lionel.

Alejandro y Nicolás, interpretaron la situación a la perfección. Con una sola mirada se entendieron.

–No seas malo, Paulito – hablo Alejandro – ¿Hace cuánto no nos vemos? Nos tenemos que poner al día.

–Les ofrezco porro, alcohol y la play, corta – dijo Nicolás sin titubear.

–¡Nicolás! – alzó la voz Lionel.

–Ay, por favor, son universitarios, seguramente se la ponen en la pera todos los fines de semana y terminan en orgí…– Alejandro le tapó la boca.

–Lo que quiere decir el tío Nico – dijo Alejandro asesinando con la mirada a Nicolás – es que en nuestra casa hay más libertad.

Pablo y Lionel querían morir, sobre todo Lionel.

corazón frágil (Scaloni x Aimar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora