28 de octubre 2005
Narrador omnisciente
—¡Takemichi! ¿Cómo estás? ¿Supiste que Lucifer regresó a Tokyo?— Habló un chico bajito de lentes y un chongo en el cabello, se notaba emocionado.
—Hola, ¿Quién regresó a Tokyo?— Contestó un rubio que estaba desconcentrado.
—Lucifer, ¡Es una leyenda en la historia de los pandilleros! ¿Eres parte de la TōMan y no sabes quién es?— lo miraba incrédulo— te explicaré — se acercó al pizarrón tomando la tiza/gis y haciendo un mini muñequito de bolitas y palitos.
—Está bien.
—Lucifer: se rumora que físicamente es muy alto, tanto como Draken— borró su dibujo haciendo más larga la línea central—se le otorgó el apodo de Lucifer por ser autor de un horrible homicidio, se dice que fue por proteger a su compañera (al final la mujer no sobrevivió); lo golpeó hasta romperle los huesos y destrozarle la cara hasta dejarlo irreconocible, es muy conocido por aquí en Shibuya, ¿La razón? Aquí sucedió ese incidente.
—Vaya...— El rubio estaba asombrado.
—Es originario de Australia, vino por menos de un año, en primavera, con una compañera cuando tenía 12 años, en ese mismo año fue asesinada su compañera, algunos cuentan que la mataron frente a sus ojos y él mató al asesino.
—Entonces fue venganza— Habló un chico de cabello fucsia opaco con pasadores en él.
—En mi humilde opinión, si— rectificó el de lentes.
—Tenemos que irnos, Takuya, Akkun, Yamagishi y yo comeremos en mi casa, ¿Vienes?— Interrumpió un chico con peinado brillante hacia atrás.
—No, quiero ir a ver a Hina, luego voy. Adiós— El rubio se marchó del lugar.
—Adiós— todos agitaron su mano a modo de despedida.
—Saben, Lucifer es genial, da miedo, ¡Pero es genial!— Habló Takuya.
—Dicen que es de cabello blanco y largo, más largo que el de Takuya— explicó el experto en pandillas.
—¿Y si de camino nos cuentan más? Me interesa, pero me estoy muriendo de hambre— Propuso Akkun masajeando su vientre.
—Yo la verdad no lo he visto— confesó Yamagishi— ni quisiera verle, dicen que da mucho miedo mirarle a los ojos— Un escalofrío recorrió a Yamagishi —Ugh... Espero que Takemichi no se lo encuentre, ni siquiera le dije como es.
—Tokyo es muy grande, hay muy poca probabilidad de que venga exactamente a Meguro a menos que...
—A menos que... ¿Qué?— Interrumpió Akkun.
—Yamagishi, dijiste que asesinó a alguien aquí, ¿No? Que tal y que viene por eso mismo— Terminó Takuya.
—No creo, sería una muy cochina coincidencia, y aunque viniera sería muy difícil que se lo encuentre— Afirmó un despreocupado Yamagishi.
[...]
T/n
¿Qué por qué regresé?
Los pondré en contexto.
Luego de sepultar a Seiren aquí en Japón (no me alcanzó para llevármela en el avión a Australia) mi economía no me permitió venir a visitar su tumba los años pasados, esta vez tengo la oportunidad de venir a cuidar de su tumba por última vez.
Salí del avión no sin antes escuchar la voz:
“Bienvenidos a Meguro, Tokio. Japón”.
Fui por mi maleta y me encaminé al departamento que había rentado días antes de venir, son las 3:00 p.m. y ya tengo planeado todo lo que voy a hacer hoy:
Primero: iré a dejar mis cosas al departamento.
Segundo: iré a comer en un puesto por ahí.
Tercero: quiero un helado, iré por él.
Cuarto: voy a comprar flores para Seiren.
Quinto: arreglaré su tumba, la limpiaré y llenaré de flores, platicaré con ella.
Sexto: pasar a la ferretería por unos metros de cuerda.
Séptimo: ir al parque donde mataron a Seiren.
Y por último, colgarme de un árbol.
Así se concluye esta vida de mierda.
(Cómo me da flojera, nos saltamos hasta el cuarto paso).
Ya estaba en la florería cerca del cementerio. Compré 25 tulipanes rosa, blanco y rojo para Seiren; los tulipanes le encantaban, ella era de esas personas rudas por fuera pero por dentro era un suave algodoncito, le gustaban mucho las flores, dulces, peluches, cartas, libros y sobre todo el café. Recordando eso, pasé a una cafetería por un café negro y un capuchino de crema irlandesa; me encanta.
Llegué por fin al cementerio y caminé por entre las tumbas sintiendo cierto dolor en el pecho, esto me recuerda mucho a la morgue... Ese día. El nudo en mi garganta parecía hacerse más grande conforme avanzaba hacia la tumba de Seiren, el peso en mi pecho y el vacío dentro de mí; era horrible, ese maldito sentimiento de culpa. Me sentía con la necesidad de ir a la playa, enterrarme en la arena hasta la barbilla esperando que suba la marea y me arrastre a una muerte segura dentro del mar, siendo consumido por una gran culpa y remordimiento. Llegué a dónde Seiren y le dejé las flores en su tumba.
—¡Hola, Seiren! Tiene mucho que no vengo, te traje un café— Deposité el vaso de café humeante a un lado de las flores y seguí con mi plática —Han pasado muchas cosas desde que te fuiste... Me dejé crecer el cabello, tal como a tí te gustaba, regresé a Australia a cobrar venganza con tus estúpidos profesores. Sé que si me vieras estarías muy decepcionada de la persona que soy ahora, aunque...— Sorbí mi café —Yo golpeo para proteger, a mi regreso a Australia me convertí en un “vengador”, protegía a las mujeres violentadas, sé que no es la mejor forma. Hace un año me enteré que Kairi; tu amigo de la universidad, fue asesinado. Espero que esté allá contigo.
Seiren, lo único que me ha mantenido con vida era el deseo de venir a verte, platicar y pedirte perdón.
—Discúlpame, no podré cumplir tu sueño de ir a ver la nieve, ni de liderar la “nueva era”, moriste sin haber cambiado el bajo mundo, sé lo mucho que lo deseabas, discúlpame por no poder seguir adelante— Las lágrimas de mis ojos lograron escapar y mi voz se quebró —Soy tan débil— Presioné ambas manos contra mi pecho —Lo único que logré fue inflingir miedo y dolor en los demás pero eso va a terminar.
Me puse de pie y terminé mi café, junté mis manos e hice una oración para Seiren.
Miré al cielo y comenzaba a llover.—Hasta el cielo llora por tí... Tengo que irme, perdón por todo, por no poder jugar en la nieve contigo como tanto deseabas.
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Gracias por leer.
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El Protector De Hanagaki (TOKYO REVENGERS X TÚ)
Random"Todos respetan a Dios, pero tres veces más al Diablo" -Evil 1 Esta es una historia chico x chico, así que si te desagrada este tipo de contenido, por favor pasa de largo. · Posibles falta...