25. Nuevo. Segunda parte

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- Estás seguro que es aquí? - No habían rastros que dieran con el paradero del causante de tal matanza, la búsqueda se volvió cada vez más aburrida y estábamos a punto de darnos por vencido

- Si, este es el lugar pero ya estoy cansado - habló Jack - es posible que limpiara toda huella que lo pudiera incriminar -

- Algo debe haber, quizás estamos buscando en el lugar equivocado. Deberíamos buscar en las habitaciones de los hijos - opiné mientras limpiaba el polvo de mis manos

- Puede ser, probemos suerte - apoyó Jeff para luego acercarse a la puerta principal y forzar la cerradura con su cuchillo

Entramos haciendo el más mínimo ruido, la costumbre de no querer ser descubiertos supongo porque era innecesario al ser una casa sin ningún habitante. Las cintas policiales seguían marcando todo el perímetro del lugar dónde se desenvolvió el asesinato, pasamos por debajo de ellas mientras que Jeff solo las cortó dejándolas desparramadas en el suelo. La habitación de los niños mostraba parte de la horrible escena

- Diablos, somos asesinos, no animales -

- Jack tiene razón, creo que debo ir a vomitar - no es fácil de creer pero efectivamente hasta nosotros poseemos límites, uno de ellos era no matar a niños, convivíamos con Sally, ella era una niña que fue maltratada y abusada hasta desfallecer, no podríamos causarle algo así a alguien con tan poca edad, simplemente no éramos animales, nuestro placer vivía en matar personas adultas capaces almenos de resistirse y dar algo de diversión

La cama estaba desecha con las sábanas en el suelo y las almohadas manchadas con lo que antes era la sangre de alguno de los niños, o de ambos probablemente. La alfombra tenía el mismo tipo de mancha ya reseca y negruzca, por otro lado la mesa de noche poseía salpicaduras por doquier, estás contenían más volumen y densidad, casi parecían estar mezcladas con lo que algún momento fueron vísceras y lo mismo ocurría con las paredes que contenian más marcas de sangre y dibujos.

Los dibujos se veían como cualquier bosquejo de un infante, me acerqué para tener una mejor vista de ellos y me extraño el contenido de estos. Había un payaso o eso parecía. Los niños no tenían boca, su rostro solo mostraba ojos llorando sentados en una cama junto a un payaso, decidí mirar otros que estaban esparcidos sobre el suelo, en todos se repetía el mismo individuo, un payaso con anormales brazos largos que finalizaban en lo que creo que eran garras, niños bajo la cama, la cabeza de uno de ellos y el otro sosteniendola. El último era el dibujo de ambos niños desnudos solo que estaba completamente manchado con sangre seca. No eran normales y no podía entender como los policías no se habían percatado de esto

- ni esto pueden hacer bien - yo aún siendo asesino haría mejor el trabajo de esos imbéciles -

- creo que podrían servirnos -

- pienso lo mismo, no son normales, hasta me dieron escalofríos - afirmó Jack mientras mostraba como los vellos de sus brazos se erizaban

- El armario está entreabierto - señaló Jeff cambiando de tema y enseguida los tres empuñamos con fuerza nuestras armas atentos a cualquier visitante no deseado. El culpable siempre vuelve a la escena del crimen.

- Si no quieres que te matemos deberías salir ahora que puedes - le hablé al aire con la esperanza de no tener que pelear puesto que mi herida se abriría y ya había perdido bastante sangre, es más, me sentía anemico

- Parece que no hay nadie - nos susurró Jeff

- Deberíamos ver qué hay dentro de todos modos - insistió Jack aflojando el agarré de su mano y el arma, luego se acercó a las puertas del armario y las abrió de golpe. Todo lo que había era ropa de los niños. Jeff comenzó a hacerlas a un lado hasta encontrar una pequeña rendija al rincón del armario, bastó solo con presionar un poco para que las tablas cayeran al suelo dejando entre ver lo que parecía una caja musical. Raro lugar para guardar un juguete.

- creen que esto tenga algo? - preguntó Jack mientras tomaba con ambas manos la caja inspeccionando el exterior

- creo que deberías abrirla - sugerí

- abrela tú - comentó mientras la lanzaba hacia mis manos

Pesaba bastante, por un momento dude en hacerlo pero mientras más rápido saliéramos de aquí, más tiempo tendría para descansar.

En el momento en que descubrí la caja, un olor nauseabundo inundó la habitación, todos comenzamos a toser y tapar nuestras narices, olía asqueroso, se asemejaba a las cloacas mezclado con miles de huevos podridos, eran partes de los cadáveres descompuestos de algún integrante de la familia... entrañas

Solté de golpe la caja y todo el contenido fue esparcido en la alfombra de felpa

- que asco Helen - ví como parte de las vísceras le había salpicado en los pies a Jack

- por favor, tu te las comes - le resté importancia a su comentario

- no cuando están así de apestosas, tengo sentido del gusto -

- permíteme dudarlo -

- creo que deberíamos salir de aquí pronto o terminaré vomitando lo que comí -

Decidimos tomar algunos dibujos en dónde salían los niños con esta especie de payaso para que fueran examinados junto a la caja musical, aunque está última preferimos envolverla en una bolsa de basura para sellar el potente aroma que de ella emanaba, luego nos fuimos.

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- Déjenla sobre la mesa, ya mañana revisaré todo esto -

- Al fin podré descansar - solté aliviado. Sinceramente no sentía ánimos de nada más

- Nos vemos -

- Estaré atento a la respuesta de Slender - comentó Jack a lo que solo asentimos para luego cada uno irse a su habitación

Me quité los pantalones y también la camiseta, el olor parecía no querer abandonar las prendas de ropa, probablemente a los demás les haya ocurrido lo mismo. Tomé un pantalón más suelto y cómodo para dormir más a gusto. la ropa sucia la dejé en un rincón de la habitación, ya mañana la limpiaria. Agarré una toalla y fui al baño, mojé mi rostro para refrescarme y lavé mis dientes mientras veía el reflejo en el espejo. Visualicé a un Helen cansado, bajo mis ojos aparecían ojeras más pronunciadas y marcadas que las habituales, mi mirada no poseía el brillo característico de cualquier ser humano, eran distintos a los de ella. Los míos habían presenciado más muertes, mientras que ella apenas conocía el sufrimiento. Este era yo. Terminé de asearme, apagué la luz y volvi a mí habitación.

Separé las sábanas para meterme entre ellas. Era una sensación deliciosa. Me acomodé y cerré los ojos

- Helen - escuché que susurraban mi nombre. Abrí levemente los ojos para toparme con unos más brillantes y castaños observandome

- Mujer, eres tú? - pregunté extrañado

- Si. Gracias por no matarme - no entendía a qué se refería

- Cómo llegaste hasta aquí? - la matarían si la ven, no podía permitirlo - Debes irte -

- No me iré, tu me defenderas -

- Yo no te defenderé niña estúpida, yo debo matarte - ello solo sonrió - por qué te ríes? Es la verdad - afirmé dudoso mientras su presencia se hacía cada vez más lejana

Desperté sudado, aún podía sentir la mirada de ella sobre mi, fue solo un sueño y sinceramente no sabía si sentirme aliviado o no.

- Qué no te voy a matar? Yo? Un asesino? - que gracioso era, hasta en mis sueños no era capaz de ponerle un dedo encima y aún así estaba de buen humor.

Con una sonrisa en los labios acomodé la almohada y volví a dormir.

¿Que me has hecho? - Bloody Painter-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora