42. Ron

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Cogí la llamada luego de ver el nombre de mi amiga parpadear en la pantalla.

- Hola linda -. Contesté mientras rellenaba el tazón de mi desayuno con cereal.

- Hola hola cariño, cómo estás? -.

- No puedo quejarme, hoy nos veremos después de todo -. Respondí bromeando.

- Pareciera que no quieres -.

- En absoluto, no seas tonta Laura, si por mi fuera viviría contigo -.

- No me des ideas mira que yo encantada -.

La voz de Laura se escuchaba nerviosa por lo que comencé a sospechar que está llamada era debido a algo que le molestaba o necesitaba contarme.

- Dime para que soy buena -. Intenté dejarla fluir, siempre tiende a darle vueltas a sus preocupaciones.

- Para todo -. Contestó con un tono galante y luego prosiguió. - Surgió un problema en mi apartamento... Mi vecino tuvo una plaga de cucarachas y hoy fumigarán todo el piso, hablaron que como mínimo el apartamento debe permanecer aislado por dos días.

- Que asco! -.

- Pensé lo mismo, son los peores bichos que pueden existir -.

- ... Te gustaría hacer la pijamada en mi casa? -. Solté luego de entender a dónde era que quería llegar Laura.

- De verdad se puede?! -. Gritó dañando mi tímpano por lo que tuve que alejar el teléfono de mis oídos.

- Claro que si, mis papás suelen salir a cenar si es que no tienen turno en sus trabajos, además puedes quedarte mientras tú apartamento queda listo -.

- Eres lo máximo TN, no sabes lo preocupada que estaba por esto -. Su tono de voz ahora expresaba alivio y yo me alegre bastante por haberla ayudado por más mínimo que fuese.

- Y la bolita de pelos también puede venir contigo -. Añadí recordando a su mascota.

- No te molesta? -.

- No, me encantaría poder verlo -. Sonreí de solo recordar al pequeño Ron, un gato demasiado peludo y bueno para dormir.

- Me salvas la vida! Entonces nos vemos hoy, les diré a las demás también, solo necesitas un pijama, lo demás ya está listo -.

- Solo eso? -.

- O si prefieres dormir sin nada, como tú quieras -.

- Laura! Dios mío no -. Sonreí avergonzada.

- Bromeo, aunque no me molesta, es noche de chicas después de todo cariño -.

La conversación duró cerca de una hora en la que comí mi desayuno mientras oía a Laura, ellas traerian la comida además de cobertores para dormir, yo solo estaba encargada de ordenar un poco la casa y limpiar mi habitación.

Mi madre debía trabajar y mi padre estaria en casa pero no puso demasiado problema cuando le expliqué que vendrían unas amigas a dormir, solo pidió que Ron no destrozara los muebles.

El tiempo se me hizo eterno, apenas terminé de ducharme cuando se oyó el timbre, envolví mi cabello dentro de una toalla más pequeña y bajé para abrir la puerta.

Llegaron todas en conjunto con demasiadas bolsas entre sus manos.

- Hola! -. Estaban emocionadas por la noche de chicas al igual que yo, aunque la emoción era mucho mayor viéndolas a ellas. - Mi casa es su casa, pueden guardar la comida allá en la cocina y mi habitación se encuentra arriba -.

- Comeremos hasta reventar! -. Lucia sonrió alzando las tres cajas de pizza que llevaba en sus manos.

- No comí en todo el día para esto -. Bromeé tocando mi estómago.

¿Que me has hecho? - Bloody Painter-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora