Capítulo 22

8.3K 792 319
                                    

Emilio se jactó sorprendido en aquel debate a solas con Donovan luego de ponerse en contexto de lo ocurrido con los Aksan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Emilio se jactó sorprendido en aquel debate a solas con Donovan luego de ponerse en contexto de lo ocurrido con los Aksan. Se lo veía apurado, inquieto, como si miles de ideas pasaran por su cabeza, y Emilio sabía que ninguna traería buenas consecuencias.

—Vas a casarte. Tienes que divorciarla primero, ¿Le avisarás?

—Como tú le has avisado a tu esposa que firmaba un acta de matrimonio y no un contrato de trabajo.

—Es diferente.

—Lo es. Amelia no es Eleanor.

—¿Que tratas de decir? —alzó su mentón desafiándolo —. ¿Tienes lástima de esa mujer ahora? ¿Te arrodillarás a proponerle matrimonio?

Donovan arqueó su ceja con autoridad.

—Mira bien con quien estás hablando. El que me da explicaciones eres tú, no yo.

—Lo que involucre a la organización y la afecte es de incumbencia de todos.

—Amelia vive bajo mi mismo techo. No va a afectar a la organización, al contrario.

Emilio dejó salir una escueta risa.

—¿Qué harás? ¿Mmm? —sacudió su cabeza con bronca —. Casarte con ella, destronar a Nueva York acodándote con un posible heredero, porque no sabemos si lo es —advirtió abriendo sus ojos. Si, incluso Emilio estaba al tanto de los rumores de los irlandeses. Sin embargo, Donovan no mostró ninguna emoción ante su confesión —. Robar todos los negocios que tenga Katerina y su esposo, ocupar tu lugar, y luego que lo tengas todo divorciarte y saludarla con un apretón de manos. ¿Tú? Que siempre haces cada paso con una segunda intención.

—Lo que haga con ese matrimonio es mi problema, conformarte con habértelo comunicado. Amelia no dirá que no, estará bajo la protección de la Bratva, nadie se atreverá a tocarla.

—Porque es tu esposa.

—Sabe que le conviene.

—Te veo muy seguro de que sea varón.

—Puede que sí.

—¿Y si no lo es? ¿Harás todo esto igual?

—Katerina sufrirá de igual forma. Sea varón o no, mi trabajo estará hecho.

—No entiendo porqué te empeñas en ayudarla. Devuélvela a su clan y ya está —explicó señalándolo con su vaso —. Arruinar a los Di Ángelo lo harás con o sin ella.

—No pienso tirarla a los leones —respondió neutro, pero con firmeza.

—¿Cómo? —Emilio frunció el ceño creyendo no haberlo oído con claridad —. Esa mujer no te debe nada, Donovan. Que haya sido con quien debías casarte, hoy no significa nada. Tú has hecho tu vida y ella se la veía felizmente casada con Maurizio.

Crueldad y prestigio © (Markov III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora