Yes
Había metido la pata, pero bien.
Joder, llevaba años enamorada de Marta, aunque en el fondo sabía que ella no me correspondería nunca.
Pero desgraciadamente la única chica que fue capaz de hacer que la olvidara, aunque fuera por un tiempo me engañó de la peor forma.
Y ahí estaba yo frente al lugar donde juré no regresar, la casa de Micaela, su cuarto y también donde perdí mi virginidad hace un año.
— ¿Qué necesitas? Debe ser importante para que vengas aquí— dijo Mica mirándome con curiosidad.
— Necesito localizar a Thyler — ella hizo una mueca.
— ¿Sabes? Por un momento pensé que venias a verme y pedir perdón, pero parece que me equivoqué.
— En tus sueños — gruñí con mal humor — ¿Dónde está él?
— ¿Y para qué quieres saberlo?
— Porque metí la pata ¿vale? Y necesito que vea el video completo de Marta y Alex, la parte donde Marta lo rechaza y lo golpea — especificó, ella arqueó las cejas.
— Entonces ella no lo engañó.
— No — dije y no pude evitar añadir con rencor — No todas son tan traicioneras como tú.
Ella sonrió.
— Bueno, eso no me lo decías cuando te estaba follando en esa cama mientras me arañabas la espalada y me suplicabas por un orgasmo, que buenos tiempos ¿no crees?
— No me acuerdo de nada Mica así que no sé — murmuré — Sólo dime.
— Por fin se lo dijiste ¿cierto?
— ¿Qué cosa?
— Vamos, no te hagas, que te gusta o bueno que la amas — apreté los labios, no quería hablar de esto.
— Si... pero siempre supe que era unilateral, estoy bien, no te preocupes reina del hielo, pero necesito saber dónde está Thyler, es importante.
Porque tú y yo no podamos estar con las personas que amamos ellos no tienen que pasar por lo mismo.
— Sólo te la daré si me besas — dijo cruzándose de brazos.
Resoplé con una sonrisa.
— Estas loca, no lo haré.
— Entonces no hay trato — dijo encogiéndose de hombros, suspiré cayendo en su juego.
— De acuerdo, pero no voy a sentir nada.
Entonces Mica se acercó y me besó, y yo me sentí una gilipollas por seguirle el beso, todo por Marta pensé, pero no podía mentir, ese beso me movió el piso.
Cuando empecé a gemir de deseo la muy… se separó de mí, me dio una nalgada y me dijo que todavía tenía el toque.
— Eres lo peor Mica — dije con los ojos rojos.
— Puede ser, pero aún me deseas.
— Aunque fuera cierto nunca te perdonaría, me largo, pero antes cumple tu promesa.
— Es justo, Thyler está en su casa de campo donde iba con Marta este fin de semana, adelantó el viaje, siempre va a ese lugar cuando quiere pensar.
Adviértele a Marta que esté preparada, lo conozco y no va a estar de buen humor, y no sé si estará solo, no sé si me entiendes.
Y cuando Yes se marchó por la puerta Mica se sentó en la cama mientras se frotaba los labios que habían besado a Yes y una lágrima corrió por su mejilla.
Porque ni ella podía perdonarse lo que le hizo, pero lo peor era que aun la amaba, pero, no podría tenerla nunca.
Marta
Estaba desesperada, a punto de volverme loca, Thyler tenía el celular apagado y no podía ir a su casa o a la de Mica porque no me dejarían entrar.
Podría saltar la barda, pero no me voy a engañar, no soy soto mayor y cuando ya me estaba desesperando me llegó un mensaje.
Marta sólo espero que con el tiempo puedas perdonarme, Alex acaba de bajar las fotos y subió el video completo a la web, aquí tienes la dirección donde esta Thyler, espero que seas feliz y si algún día quieres perdonarme estaré aquí para ti, te quiere Yes.
No pude evitar llorar, joder, era mi única amiga y todo esto dolía demasiado, pero necesitaba ir tras Thyler.
Me cambié de ropa, tomé un taxi y dejé una nota para mi papá, no quería preocuparlo o acabar geolocalizada.
Thyler
Cuando llegué a mi casa de campo mi enojo se había disipado un poco, pero al entrar sólo empeoró.
El encargado debió de entender con mi llamada que había adelantado mi viaje ya que no había especificada nada sobre la situación.
La casa estaba como lo había mandado a preparar para Marta, la habitación de invitados estaba llena de pétalos de rosas rosadas, sus favoritas, había velas por todos lados, una mesa con fresas y champan fría.
Y en ese momento me sentí el más gilipollas por preparar todo eso para alguien que se estaba tirando a otro.
Estaba cansado del viaje así que puse mis cosas en la otra habitación porque no pensaba dormir en esa decorada para Marta.
Y me quedé dormido por un rato porque necesitaba descansar, había sido un día largo y estresante.
Debí dormir unas 4 horas porque cuando desperté ya era muy de noche así que me quité la ropa y me metí al baño.
— ¿Es en serio? …. — rugí de enojo.
El puto yacusi estaba rodeado de flores y más velas eléctricas, todo en la puta casa me recordaba las noches que había pasado pensando en todas las formas de hacerle el amor a Marta en ese lugar y sobre todo en ese yacusi.
Lo encendí y me metí en el agua intentando relajarme, pero todo se fue a la mierda cuando apareció frente a mí el epicentro de mi enojo.
Marta.
Y para hacer mi tortura aun peor estaba ante mi desnuda… como mi sueño más anhelado hecho realidad.
Marta
Tardé en llegar como cinco horas al lugar, por suerte la cuenta del Huber corrió por Yes, supongo que era parte de su disculpa.
Cuando llegué me abrió una mujer muy amable que se disculpó conmigo y me dijo que sólo había olvidado algo y regresó por eso, que todo estaba preparado y que el señorito Darío estaba tomando un baño y me estaba esperando, que ya estaban al tanto de ello.
Me descolocó hasta que recordé la casa de la que me habló Thyler donde pasaríamos este fin de semana y caí en que era esta.
Disimulé como pude y entré en la casa. Era muy bonita y acogedora con sus muebles, hasta una chimenea.
Me quedé de pie frente al baño luego de desnudarme y ponerme una bata del closet fuera del baño y es que no sabía qué hacer.
Sabía que estaba enojado y que no me escucharía así que tendría que hacer algo para que no pudiera hablar.
Me costó mucho trabajo y coraje tomar la decisión, pero entré decidida en el baño poniéndome frente a él, por un momento en el camino pensé en que podría estar ahí con Jina, pero al comprobar que estaba solo mi corazón volvió a latir.
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Cambio de planes!!!!
Genç KurguÉl siempre estuvo enamorado de ella, pero ella siempre prefirió a otro. Mientras que el otro sólo la usaba hasta verla en otros brazos. Ella tendrá que descubrir a quien le pertenece su corazón aunque se equivoque en el camino. Marta es una chica a...