𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 𝐂𝐎𝐃𝐒©── ᴊᴀsᴏɴ ɢʀᴇᴄᴇ

𝐗𝐕

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𝐗𝐕

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Jason.

—¡Madre mía!

Un grito muy alto de Piper hizo que todos saltaran en sus lugares. Jason se sobresaltó y golpeó la mesa con las rodillas, y todos se despertaron.

—¿Qué pasa? —preguntó Hedge—. ¿Contra quién hay que luchar? ¿Dónde?

—¡Me caigo! —Leo se agarró a la mesa—. No..., no me caigo. ¿Dónde estamos?

Jason parpadeó, tratando de orientarse. Se centró en Piper y emitió un pequeño sonido ahogado.

—¿Qué llevas puesto?

Este miro a su alrededor, todos estaban allí, lo ultimo que podía recordar era estar cayendo, luego de su conversación nada agradable con Eolo, y como enloqueció y trato de matarlos a todos.

Piper debió de ruborizarse. Llevaba el vestido color turquesa que había visto en el sueño que recién tuvo con su madre, con unas mallas negras y unas botas de piel del mismo color. Tenía puesta su pulsera de plata favorita, aunque la había dejado en su casa de Los Ángeles, y el viejo forro polar de su padre, que combinaba sorprendentemente bien con el conjunto. Desenvainó a Katoptris y, al evaluar su reflejo en la hoja de la daga, comprobó que también tenía el pelo arreglado.

—No es nada —dijo—. Es mi... —Esta recordó que Afrodita le había advertido que no dijera que habían hablado—. No es nada.

Leo sonrió.

—Afrodita contrataca, ¿eh? Vas a ser la guerrera mejor vestida de la ciudad, reina de la belleza.

— ¡Ahhhhh!— el grito de Megara recién despierta, hizo que todos se pusieran en guardia máxima. Al notarle Jason se quedo pasmado, junto con los demás— ¡Pero... por Hades bendito que mierda llevo puesto!— La chica chillo con horror, esta se olfateo y hizo gestos de vomitar sobre ella misma— Y huelo horrible... vainilla con flores del campo....

— Oh mierda— Leo susurro en shock. Piper misma envío un pensamiento a su madre de: "Te pasaste mamá."

— Estas... estas... Megara estas guapísima— Jason dijo embobado. Megara le arrojo su mirada mas siniestra, pero por el maquillaje, y su nueva ropa, ademas el olor de flores, y su cabello estilizado, no causaba mucho miedo.

— Oh, tío, seguro te matará— Leo se burlo de su amigo. Pero Jason no podía despegar la mirada de esta.

Piper sonrío de modo agridulce, finalmente se comenzaba a llevar bien con Megara, y a entenderle, cuando parecía que Jason estaba encantado con ella. Trago duro, recordó las palabras de su madre sobre Megara: « No me hubiera gustado que ella estuviera allí, pero debo reconocer que no lo tendrás fácil por el corazón de tu amado, esa niña es muy guapa, y no importa que tanto me fastidie, no podría hacer nada contra ella, o imaginare, Zeus, Hades, incluso Poseidon, Atenea, Hera, Hermes, Hécate, Ares, Artemisa, y Apolo le adoran. Y su destino... debería sentirme mas complacida, más por la vida que yo misma le dije que tendría. Pero me siento mal por no poder hacer nada por ti y Jason, pero que eso no te deprima, hija mía, eres una hija de la diosa del amor.»

Megara parecía casi al borde de vomitar, al igual que a Piper su antigua ropa de cazadora había desaparecido. Y todo fue cambiado por ropa nueva, solo que esta iba en puros colores blancos y rosa palo, su única excepción fue una nueva chaqueta de cuero negra, pero parecía que eso no compensaba lo demás.