𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 𝐂𝐎𝐃𝐒©── ᴊᴀsᴏɴ ɢʀᴇᴄᴇ

𝐗𝐗𝐈𝐕

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𝐗𝐗𝐈𝐕

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Percy.

A Percy aun le molestaba un poco el golpe que había recibido de Blackjack en su cabeza, pero no esperaba que Piper y Megara estuvieran en acuerdo conque los Eidolos estuvieran aun allí.

Piper no podía explicar cómo lo sabía.

Cuanto más aprendía Piper sobre los semidioses, más convencida estaba de que las leyendas cherokee y los mitos griegos no se diferenciaban tanto. Los eidolon se comportaban de forma muy parecida a los espíritus de los cuentos de su padre.

Algo le decía que seguían presentes simplemente porque nadie les había mandado que se fueran.

Cuando terminó la explicación, los otros la miraron con inquietud. En la cubierta, Hedge cantaba algo que sonaba a «In the Navy» mientras Blackjack piafaba y relinchaba en señal de protesta.

Finalmente, Hazel suspiró.

—Piper tiene razón.

—¿Cómo puedes estar segura? —preguntó Annabeth.

—Porque me he topado con otros eidolon —dijo Hazel—. En el inframundo, cuando estaba... ya sabes.

«Muerta».

Piper había olvidado que Hazel era reincidente. A su manera, Hazel también era un fantasma renacido, Megara suspiro, y gano otra vena en su frente.

— Es verdad, no me agradan los fantasmas, pero estos en especifico están muy resentidos, puedo sentirlos.

—Entonces... —Frank se pasó la mano por su pelo cortado al rape, como si unos fantasmas hubieran invadido su cuero cabelludo—. ¿Crees que esas cosas merodean por el barco o...?

—Es posible que merodeen dentro de algunos de nosotros —dijo Piper—. No lo sabemos.

Jason cerró los puños.

—Si eso es cierto...

—Tenemos que tomar medidas —dijo Piper—. Creo Megara puede ocuparse.

—¿Ocuparse? —preguntó Percy.

—Megara— Piper llamo a la chica.

— Dices que puedes sentirlos porque...

— Se cuando la muerte esta cerca— todos se tensaron, quizás siempre Megara les daría miedo por ello,Frank y Hazel se alejaron incluso un poco— Cuando alguien esta condenado a morir, o cuando alguien a muerto, es mas fácil para mi sentir a los muertos que a los vivos...

— E-Eso es...— Frank trago, dando un paso lejos de la chica. Percy hizo un mohín, el sabía lo mucho que Megara odiaba que le vieran así.

Piper se hizo a un lado, y Megara se sitúo en medio del grupo, respiro profundo, y su rostro se quedo en blanco unos segundos, antes de que esta abriera sus ojos, y hablara.

—Eidolon, levantad las manos —dijo, empleando su poder.

Se hizo un tenso silencio.

Leo se echó a reír nerviosamente.

—¿De veras creías que eso iba a...?

Su voz se apagó. Su cara se descompuso. Levantó la mano.

Jason y Percy hicieron lo mismo. Sus ojos se habían vuelto vidriosos y dorados. Hazel contuvo la respiración. Al lado de Leo, Frank se levantó atropelladamente y pegó la espalda a la pared.