Calor.
Me muero de calor, no puedo casi respirar, siento como si tuviese un saco de arena encima de mí que me mantiene presionada e inmóvil y, cuando abro los ojos, me doy cuenta de cuál es el problema. Tengo a Nathan encima mío completamente dormido. Me río por la situación, ¿Quién iba a pensar que Nathan, el tío que nada más conocerme me soltó que iba a follarme, hubiese dormido hoy conmigo sin que pasara nada más?
Hago malabares para salir de debajo suyo sin que se despierte, y cuando al fin lo consigo, me voy a la cocina a preparar algo para desayunar. Enciendo la música como cada mañana y me pongo a bailar mientras canto:
Quiero decirte que lo siento, que te echo de menos
Que de to' lo que ha pasa'o, nena, yo me arrepiento
Te quiero todavía
No pienses que ya te di por perdida
Miro hacia la puerta de la cocina y veo a Nathan apoyado con el hombro en el marco de esta con los brazos cruzados, mirándome con las cejas elevadas.
-¿Te he despertado?. -Pregunto mientras meto cuatro tostadas en la tostadora.
-Básicamente me has reventado los tímpanos. -Bromea y suelto una carcajada.
Cuando me giro para seguir haciendo cosas me doy cuenta de que lo tengo justo detrás, ¿Cómo ha llegado aquí sin que me entere de nada?. Lo miro y cuando pienso que me va a besar, sonríe, me coge de la mano y me da una vuelta. Me río y ahora somos dos los que bailamos a ritmo de la canción que suena en estos momentos. Estoy sorprendida por lo bien que baila Nathan cuando de repente, en un movimiento que hace, provoca que los dos quedemos uno en frente del otro y esta vez sí que me besa.
-¿Y eso?. -Pregunto con una sonrisa.
-Quería besarte. -Dice encogiéndose de hombros.
Creo que es la primera vez que Nathan me besa así porque sí, sin ninguna razón, y acabo de descubrir que me encanta, siento mil mariposas en la barriga y aunque me preocupa que me haga daño no puedo controlar lo que siento por él. A partir de ese momento comenzamos a comportarnos como dos adolescentes y mientras desayunamos nos damos cientos de besos y caricias, intuyo que con un hombre como Nathan esto no va a durar eternamente y quiero aprovechar el momento mientras pueda. Una vez acabamos con toda la comida, me voy a la habitación a arreglarme para ir a ver a mi hermana que, como es de costumbre, ya ha vuelto a dejarlo con su ligue y ahora tiene tiempo para mí. Me pongo un mono, corto hace una calor insoportable y es lo más fresquito que tengo, el mono va seguido de unos zapatos y el pelo decido recogérmelo en un moño mal hecho.
Cuando salgo para el comedor a coger el resto de las cosas, Nathan ya se ha cambiado y está preparado también para irnos. Meto todo lo que me hace falta en el bolso y nos encaminamos hacia la calle, cuando llegamos al portal me paro y miro a Nathan para despedirme de él.
-¿Quieres que te lleve?.
-No, me apetece caminar. Pero gracias. -Respondo con una sonrisa.
-Llámame si vas a salir algún lado después ¿Vale?. -Me pide y asiento.
Se acerca a mí, sonríe y antes de que pueda hacer otro movimiento soy yo la que corto la poca distancia que queda entre nosotros y le beso, al separarnos sonreímos y tras decirle adiós me voy donde he quedado con mi hermana.
No tardo ni diez minutos en llegar, y cuando lo hago, Yanira ya me está esperando en la mesa que ha elegido de un bar.
-Hola gitana. -Me saluda con una sonrisa enorme en su rostro.
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Inconsciente.
RomanceMe encuentro tumbada en mi cama mirando a través de la ventana con la sensación de que mi mundo está cayendo a pedazos, ahogándome en él como la lluvia está consiguiendo hacer con las calles y las avenidas de la ciudad. Los últimos años han sido tra...