Capítulo 5

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Luz,

Tengo los ojos cerrados y aun y así veo un destello de luz que se ha producido de repente y a la vez que un ruido ensordecedor.

-¡Lexa!.

Escucho que me llama Yanira pero paso de ella y vuelvo a intentar dormirme.

-¿Piensas levantarte algún día?. -pregunta.

-No. -gruño sin ni siquiera hacer el intento de abrir los ojos.

-¿Ayer te emborrachaste verdad?.

-Sí.

-¿Como llegaste a casa?.

-Déjame. -contesto cabreada por tantas preguntas.

-Dios, con resaca eres lo peor. Estoy en el comedor, cuando te encuentres mejor hablamos. -dice y oigo como la puerta se cierra.

-¡Apaga la luz me caguen dios!. -grito molesta por la claridad que hay de repente.

Pero tal y como yo he hecho al principio, Yanira pasa de mí, y no me queda otra que taparme la cara con la almohada y seguir durmiendo.

No sé que hora es cuando decido levantarme, abro los ojos y descubro porque hay tanta claridad en mi habitación. Está la persiana levantada y me está dando todo el sol en la cara, además atribuyo el ruido que he escuchado antes a mi hermana subiendo la persiana. Suspiro y voy al lavabo, después de arreglarme un poco salgo de la habitación pero no sin antes coger las gafas de sol. Sí, ya sé que estoy en casa pero la luz me está matando. Al entrar en el comedor veo a mi hermana tumbada en el sofá riéndose de algo que está viendo en la tele y me quedo mirándola mientras niego con la cabeza, ¿Por que entra en mi casa cuando le da la gana?.

-Te he dejado comida en la nevera. -dice de repente.

-¿Comida?. -pregunto confundida.

-Son las cinco de la tarde querida. -suelta y abro los ojos con sorpresa, entonces me mira y frunce el entrecejo al verme con las gafas de sol. -¿Que se supone que tomaste anoche?.

-Tequila. -contesto y comienzo a caminar dándole la espalda.

Nunca me había levantado tan tarde y me coge por sorpresa la hora, pero buena, siempre hay una primera vez para todo ¿no?. Voy a la cocina y veo pollo en el horno, lo saco y nada más que el olor inunda mis fosas nasales la barriga comienza a rugirme y en ese momento me doy cuenta del hambre que tengo. Comienzo a comer pero cuando llevo ya medio plato me percato de que no me he servido nada para beber, así que voy al armario, cojo un vaso, abro la nevera, cojo una botella de agua y me sirvo. A continuación vuelvo a guardar la botella de agua, cierro la nevera y en ese momento veo un papel enganchado a la puerta de esta que no recuerdo haberlo puesto ahí. Lo miro extrañada y quitando el imán que tiene encima lo cojo y lo desdoblo.

"Gracias por ser mi compañera de copas esta noche.

Pd: Si quieres que te devuelva lo que tú y yo sabemos que te robé, te espero esta noche en las carreras

N "

Y entonces como un flash me vienen todos los recuerdos de la noche anterior y todas las alarmas se me disparan. Madre mía, madre mía. ¿Que le conté anoche a Nathan?. Rompo la nota y la tiro a la basura con la esperanza de que mi hermana no la haya leído, me vuelvo a sentar a la mesa mientras me termino de comer el pollo e intento recordar algo de lo que le dije pero no recuerdo haber tenido mucho más que una conversación amigable con él. Rezo para que así sea. Vuelvo al comedor y me siento en el sofá al lado de mi hermana pero esta vez me quito las gafas de sol.

Inconsciente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora