17. Alessandra

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Llego a casa de Bruno. Al entrar observo ropa de mujer tirada en el suelo.

No me molesta para nada que tenga sexo con cuantas chicas lo desee, al contrario, necesito que mate sus ganas con otras personas, así a mí no me toca.

Camino hasta la habitación. Como lo suponía ahí está durmiendo con otra chica. Su secretaria.

Ya entiendo por qué la mujer me envió fotos con Dylan. Río un poco alto, haciendo que ambos se levanten.

Ella me mira con susto y espera mi reacción.

—Vaya mujeriego que he tenido por dos años y medio —expreso entre risas mientras me siento en una de las butacas al frente de la cama.

—Mejor me marcho —dice rápido y se levanta de la cama.

—Espera —le digo—. Tu fotico no te sirvió para joderme. Si le dijiste que me estaba follando a Dylan para quedarte con él, fracasaste, míralo aquí queriendo casarse...

—¿Cómo? —expresa molesto Bruno—.  ¿Tú sabías que Alessandra se estaba tirando a otro y no me dijiste nada?

Bruno se acerca a ella y le pega. Bruno es el hombre más miserable que he conocido.

—Largo —le grita—. No quiero volver a verte. Yo amo a mi mujer.

Estoy viviendo con un demente por dios. Que forma de amar es esta. Está obsesionado.

—Escúchame Bruno —dice ella con lágrimas en los ojos—. Estoy embarazada. Estoy esperando un hijo tuyo.

—Ese es hijo de otro —asegura Bruno y vuelve a pegarle.

—Basta Bruno —grito más alto que él—. Que clase de hombre eres. Responde por lo que hiciste. El bebé no tiene culpa de nada. Tu eres su padre, debes asumir tu responsabilidad.

—Cállate —me grita la mujer a mí—. Esto es entre mi marido y yo.

Hace días que no me reía tanto como lo he hecho hoy. Esto es una comedia, sin dudas.

—Pues llévate a tu marido —le digo—. Si yo lo que quiero es librarme de él.

—Largo Darcy —grita nuevamente Bruno—. Me casaré con Alessandra, es a ella a quien amo y con quién quiero mis hijos.

¡En tus sueños yo tendré hijos contigo!

Por dios, como me libro de él.

La mañana pasa en una auténtica locura. Darcy finalmente se marcha. Bruno se comporta como si nada hubiese pasado. Ahora estoy aquí secándome el cabello. Tengo que arreglarme para la maldita boda.

No puedo evitar pensar en Emily. Cómo me gustaría que estuviera aquí conmigo. Ella me ha acompañado en cada momento de mi vida. Me duele que se haya comportado así. Si le gustaba Bruno me lo podía haber dicho, no me alejaría de mi mejor amiga por un hombre. Yo no lo amo, pero me duele que me haya dejado en mi peor momento por estar de su lado.

—Ale —escucho la voz de Keira y luego la puerta del cuarto abrirse.

Entran al cuarto Keira, Eileen y Andrea.

—Andrea ¿Dónde has estado? —le pregunto—. No te había visto en días.

—Tenía algunos asuntos —expresa ella—, pero estoy de vuelta y al tanto de la situación.

—Ale ¿por qué no tienes buena cara? —pregunta Eileen.

—Porque no quiero casarme —digo—. Estoy firmando mi sentencia de muerte.

—Concuerdo contigo —dice Andrea—. El matrimonio es una sentencia de muerte.

—Tampoco así Andrea —se queja Keira—, pero Ale si no quieres casarte no lo hagas.

Inmune a ti [Inmunes 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora