32. Dylan

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Me muevo un poco en la cama. La mano me duele. Miro a mi lado, Ashley seguía aún dormida.

Flashback
Vamos a la clínica a hacernos la prueba, nos dicen que eso tarda de siete a diez días, pero me las apaño para que salga antes. Digamos que mi don con las mujeres ha influido.

Me dedico a observar a la pequeña, si que tienes rasgos igualitos a los míos, sonrío.

— ¿Cómo le has puesto? —le pregunto a Alessandra.

—Ashley —responde.

La niña me abre los brazos como las otras veces que me ha tenido de frente. La recibo en los míos.

Sin dudas Alessandra es una tormenta en mi mundo, la única que lo ha revolucionado todo más de una vez.

En mis planes no estaba tener tanta responsabilidad, mucho menos ser padre, pero tengo a esta pequeña y vuelvo a sentir amor.

—Pa...pa —esta es la tercera vez que la escucho decirlo. Provoca que me sienta raro y a la vez feliz.

—Como sabe ella... —no termino de hablar, pues Alessandra me interrumpe.

—Es raro, pues cuando fuimos al hospital a verte estaba distante con todos, pues no los conocía, pero al verte a ti puso su manita con la tuya y fue la primera vez que dijo papá.

Las llevo a mi casa, necesito saber todo lo que ha pasado en estos años. No necesito la maldita prueba de ADN, pues mi intuición no falla, pero aún así la hice para que a todos, incluyendo Bruno les quede claro.

—¿Cómo han sido estos años? —le pregunto a Alessandra mientras caminamos hasta el patio exterior y nos acomodamos en un sofá.

—Difíciles —expresa con tristeza—. No sería capaz de contarte, pues las palabras no me saldrían.

Ashley que estaba en los brazos de Alessandra salta a los míos.

—Me estoy poniendo celosa —le dice Alessandra bajito a la pequeña, ella ríe cuando su mamá le habla.

—Alessandra me dejaste un mensaje diciendo que amabas a tu esposo y que estabas esperando un hijo de él...

—¿Qué mensaje Dylan? —comenta ella, como si no hubiese entendido lo que le dije—. Yo no te envié ningún mensaje —Pasa la mano por su frente —. Bruno —expresa.

—Yo me iba a escapar contigo Dylan— se queja—. Esa llamada que te hice fue justo cuando salí de la clínica y supe el tiempo de embarazo. Al llegar a casa, ya Bruno me esperaba, no sé si me mandó a seguir, el caso es que ya sabía que estaba embarazada y me obligó a irme con él.

La pequeña se acomoda en mi pecho me siento tan raro. En lo que la observo Alessandra me toma una foto.

—Que afortunada soy —dice con una sonrisa.

Me limito solo a observarla. Así tardamos unos segundos hasta que ella busca algo dentro de su bolso y me lo entrega.

Es una caja. La tomo con la mano que tenía disponible.

—Durante todo este tiempo, cada día, te escribía una carta. Fue como una especie de diario. Ahí podrás saber todo lo que te perdiste durante estos años...

Se levanta del sofá.

—Ya me marcharé —dice—. Quedamos para ver cómo podemos sacar a mi papá y tu amigo de la cárcel.

—¿Me podría quedar con la niña? — pregunto—. No soy de preguntar, hago lo que quiero y punto —Ella ríe —, pero dada la situación de que estos años tú sola has cuidado de ella...

Inmune a ti [Inmunes 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora