Siento un fuerte dolor en el pecho, el día de hoy me ha superado. He perdido a mi padre, el que he visto desde pequeña, el que me cuidó. Quisiera arrancarme este dolor, pero no puedo. Por otra parte, he perdido al hombre que me engendró. Si soy sincera siento algo raro, pues de veras no compartí con él absolutamente nada, ahora entiendo a Dylan, es difícil amar a un padre que nunca estuvo.
Voy camino a la casa de Bruno a recoger mis cosas. No puedo seguir a su lado. He vivido tantas cosas que solo necesito ser feliz, estar en paz y bien.
Dentro de tanto sufrimiento algo en mí se activa producto a la confesión de Dylan. Lo amo de una manera que jamás podría explicar con palabras. Está vez lucharé contra quien sea necesario con tal de vivir con él este sentimiento.
—Espérame aquí Dylan —le digo mientras abro la puerta del coche. Estamos delante de la casa de Bruno.
—Ni de coña te dejaré entrar sola —expresa mientras se baja del carro y se para a mi lado.
—No quiero una pelea entre ustedes —confieso mientras caminamos.
—No puedes evitar que yo le de pelea —dice—. ¿Quién coño se cree para golpearte? Siempre fuiste mía y jamás pensé ni siquiera en levantarte la mano ¿Que le pasa al imbécil?
—Solo recogemos mi ropa y nos marchamos —concreto.
Entramos a la casa, todo estaba oscuro. Es raro que Bruno no esté aquí, pero bueno, mejor.
—Voy al cuarto por la ropa —le digo—, ya regreso.
Entro a la habitación y la enciendo. Me acerco al closet y empiezo a recoger mi ropa.
Ponen una mano en mi boca y aprietan con fuerza. Pienso que es Dylan, por algún motivo.
—Hoy es un gran día —susurra a mi oído. Esa voz la reconozco.
¡Bruno!
Me arrastra hasta la sala mientras reía.
—Por fin vamos a tener una conversación los tres —expresa sentándome en una silla atándome de pies y manos—, de hermanos a hermanos...
¿Qué coño?
—Suéltala imbécil —le grita Dylan, quien está también atado pero él más que yo—, tu problema soy yo. —Bruno se ríe.
Me fijo alrededor de la sala, hay unos cinco hombres armados.
—Cuiden afuera —les ordena Bruno—, los hermanitos tenemos una plática pendiente.
Vuelve a decir hermanos. ¿Por qué coño lo dice?
Los gorilas sale de la casa cumpliendo la orden de Bruno.
—Por dónde empiezo —expresa con una sonrisa—. ¡Ah!, sí, ya —Otra risa, parece loco—. Llevaba años esperando esto, vengarme de las dos personas que me lo quitaron todo —No entiendo, miro a Dylan y el tampoco parece entender nada—, yo debería ocupar el lugar de ustedes, robaron lo que me correspondía, así que les toca pagar —Otra risa de esas diabólicas, juro que me asusta—. Papito Michel Swan, que por cierto, ya lo extraño tanto —¿Papito? Dijo él—. Debió de comportarse como un caballero, pero no lo hizo —Hace una especie de puchero—, pero lo castigué ya, así que no se preocupen
— ¿De qué coño hablas Bruno? —le grito.
—Lo maté —dice tranquilo, mientras saca de su bolsillo una fosforera y la enciende—, al igual que a tu papá Alessandra, Leon Hall.
¿Qué coño dice? ¿Él lo mató?
— ¿Cómo demonios sabes eso? —pregunta Dylan.
Él muestra una sonrisa triunfante.
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Inmune a ti [Inmunes 3]
RomanceAlessandra tiene una vida casi perfecta. Trabaja en lo que ama y está a punto de celebrar su compromiso con un hombre correcto y de prestigio. Pero la vida no es perfecta como creemos. Alguien importante de su pasado aparece justo cuando menos lo e...