21. Alessandra

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Me levanto con un fuerte dolor de cabeza. Miro a todos lados desorientada. Ya es de día, he estado inconsciente toda la noche.

Rápidamente me tomo la pastilla anticonceptiva. El temor de salir embarazada se apodera cada día de mí. No podría tener un hijo del hombre que tanto odio.

-Alessandra -me saluda Rita.

-Hola Rita -le devuelvo el saludo, pero una punzada en mi cabeza me hace quejarme.

-Espera -expresa-. Iré a buscarte algo para el dolor de cabeza.

Asiento.

Realmente esta chica me confunde. No sé que intenciones tiene. Quiere ligarse a Bruno pero se mantiene cerca de mí.

-Aquí tienes.-Me extiende una pastilla. La miro dudosa, es algo que no puedo evitar.

-Toma -dice con una sonrisa-. No te voy a matar.

Al fin la tomo. No sé qué trama ella, pero, presiento que no es una mala persona.

-Bruno te pegó muy fuerte ayer -comenta llenando un vaso con agua-. Llevas horas inconsciente.

- ¿Cómo lo sabes? -pregunto mientras bebo un poco de agua que me ha alcanzado.

-Iba a buscarlos para salir -explica- y sentí como abusaba de ti. Sé que te dije que iba a por él, pero no podría estar con alguien así. ¿Por qué lo aguantas?

-Me tiene obligada -repito-. No puedo hacer nada. Tiene a los dos hombres que más amo en sus manos.

- ¿Y si lo matamos? -indaga y me quedo sobrepasando sus palabras. Ella se mantiene seria unos segundos y después sonríe, provocando que yo sonría.

-No sería mala idea -digo riendo.

-Tranquila -expresa Rita-. No debes ensuciarte las manos por alguien como él. Ten paciencia, todo el que hace mal en esta vida lo paga. Y Bruno, a Bruno le toca pagar con creces.

Sus palabras destilan pura rabia. Tal vez tuvo un marido que la ha maltratado antes y al verme en esta posición se compadece de mí.

La puerta se abre de forma abrupta. Rodeo los ojos al ver a Bruno. Se acerca a mí e intenta besarme, muevo la cara de un lado a otro impidiendo que sus labios rocen los míos. Agarra mi cara y me besa obligado. Cuando termina, le escupo. Me tiene arta.

Su mirada se torna furiosa. Se lo que viene. Golpes y sexo.

-¿Qué? -lo reto, hablándole en mala forma-. Golpeáme, pero hazlo con fuerza, para que me mates de una jodida vez, así en tu vida vuelves a ponerme una mano encima.

-Déjame a solas con mi mujer -se dirige a Rita.

-No -expresa firme ella-. Si la tocas llamo a la policía.

Él se acerca a ella y sin esperarlo le proporciona un golpe. Ella lleva su mano hasta donde la ha golpeado y lo mira con furia. Yo corro hasta ella.

-Rita... -Iba a hablar pero ella me hace una seña para que no me preocupara.

-Lárgate -grita-. Esto es entre mi mujer y yo.

-Rita tranquila -le digo-. Déjame con este animal. Tu no tienes porque recibir sus golpes y gritos. Gracias por todo.

Ella iba a protestar pero yo la ayudo a salir.

-Ale...

-Tranquila -susurro, la abrazo y cierro la puerta.

-Tienes la mano suelta Bruno -le grito-. Quién te crees que eres para pagarle. Te crees un hombre ¿No? por pegarle a todas las mujeres pero se te para un hombre delante y te vuelves un animalito indefenso. No sabes que asco me das.

Inmune a ti [Inmunes 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora