Una búsqueda

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Narra Kumi

Mi cuerpo se sentía frío, inerte y sin vida. Estaba muerta de eso estoy segura.

<<¡Este Killua! ¡Para que se vuelve loco y le viene lo de ser asesino! Bueno, es un asesino... ¡PERO IGUAL! >> - pensé molesta mientras me quedaba observando la obscuridad.

- Esperen un momento... Esto lo conozco.

- ¿A quien se le ocurre meterse al medio de una pelea sabiendo que posiblemente vayas a morir? - escuché esa voz grave en todo el lugar.

- ¡Kuro! ¡¿En dónde has estado todo este tiempo?! - le incrimino.

- Observandote.

- ¡¿Y POR QUÉ NO ME DISTE UNA SEÑAL DE QUE ESTO IBA A PASAR?! - me agarre los pelos fuertemente. - ¡¿Ahora que voy hacer?! ¡Killua!... Killua tenía un gesto que nunca se me había pasado por la mente. Estaba completamente destrozado.

- Eso te paso por metiche.

- ¡OYEEEEEE! ¡Escuché una voz que me decía que tenía que hacer algo! Tenía el presentimiento de que iba pasar algo muy malo. ¡Y ESO PASÓ! - le señalé aunque no sabía si le estaba atinado a algo.

- Bueno, yo fui en cierta forma el que te dió esa señal.

- me toqué el pecho indignada. - ¡¿TE ESTABAS HACIENDO EL LOCO?! ¡Y ME DICES METICHE! No te pego solo porque no sé dónde demonios estás. - bufé.

Empecé a pensar que ahora ya no iba a poder estar con mis amigos. Que la promesa que le hice a Gon de pasar el examen junto a él no iba ser posible. La sensación de soledad y sobre todo tristeza invadió todo mi ser y no pude evitar llorar, no quería dejar a los chicos, les había tomado mucho cariño en todo este tiempo que compartimos haciendo las pruebas.

- No tienes por qué llorar. No estás muerta. No dejaría que eso te ocurriera.

- ¿Eh? ¿Qué? - me saqué las manos de mi rostro y puse atención a lo que me decía Kuro.

- Yo te traje a este mundo, eres como mi hija. ¿Crees que te dejaría morir por algo como eso? - hubo un silencio que duró unos segundos pero para mí fue una eternidad. - No quiero que vuelva a ocurrir. - lo último no lo pude oír bien.

- ¿Que fue lo último que dijiste?

- Nada importante. Ahora te comento que sí, técnicamente moriste pero use mi nen para que tus órganos vitales estuvieran intactos.

- ¿Y el corazón qué? ¡MI CORAZON HIZO BOOM! Ósea, hace boom boom , pero esta vez realmente hizo KABOOM. - me abrí de manos haciendo el gesto.

- ¿Y eso es gracioso? - su tono fue tan serio que baje las manos de golpe y tragué fuertemente. - Vuelvo a reiterar... Usé mi nen para que tus órganos no murieran. Lo que sentiste fue real, pero hice regenerar tu corazón a los segundos de haber sido destruido. Técnicamente te hice un corazón nuevo.

- ¿Qué? - no podía creer lo que escuchaba. - ¿Ahora tengo un corazón de acero o algo?

- No seas estúpida. - siento que alguien me golpea la nuca y casi me estrello de cara al "suelo".

- ¡AUCH! ¡¿PERO QUE COJONES TE PASA?! Solo fue una pregunta sana e inocente. - dije indignada. INDIGNADA.

- Cómo sea. Mmm... Será mejor que despiertes. Los llantos de ese niño me están molestando.

- ¿Niño? ¿Cuál niño? ¡¿Gon?!

Me empecé a poner ansiosa, sentía mi corazón latir a mil por horas. El terror me estaba consumiendo por completo y creía que no sé, me estaban velando y que tenían mi rostro en un cuadro pequeño, además de que estaba rodeada de flores y velas que estaban a punto de derretirse. Mi imaginación veía a Leorio llorando como magdalena y a moco tendido; Kurapika estaría modo serio pero con la barbilla tiritando y aguantando las ganas de llorar... Él es un chico fuerte; Gon... Gon me lo imagino... No puedo imaginarme lo. No quiero verlo llorar y Killua... Killua no tiene la culpa de lo que hizo, estaba siendo controlado y por lo que ocurrió no creo que vaya a mi funeral.

El DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora