Es solo un sueño

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Narra _____

Solo sé que me fui a acostar como todas las noches. Realmente estaba agotada y solo quería dormir. Cuando apoyé mi cabeza en la almohada una pregunta se me vino a la mente: "¿Es posible quedarse en el mundo de los sueños?" Mas especifico. "¿Es posible no despertar y quedarme en ese otro mundo?"

-Aaah... - Suspiré al sentirme frustrada por aquellas preguntas que me hacía. Era obvio que era una simple fantasía.

-Bueno, será mejor que me duerma. Si sigo de esta manera lo más probable es que me quede despierta hasta que amanezca. - Sin más me acomodé en mi cama hasta que sentí mis parpados caer y todo se volvió obscuro.

Una extraña sensación en todo mi cuerpo hizo que abriera mis ojos de golpe.

- ¿Eh? - Me quedé paralizada a ver que todo mi alrededor está completamente negro. - ¡Aaaah verdad! Debo estar dentro de un sueño. - Asentí para mí misma. -Pero... ¿Por qué está todo obscuro?

No dejaba de girar mi cabeza a todos lados para ver si encontraba algo distinto al paisaje negruzco en el cual estaba posicionada. Pero uno de los miles de intentos de divisar algo diferente, se presentó.

A lo lejos pude notar un pequeño destello, sutil, pero se podía percibir. Sin más demoro fui corriendo hacía aquella luz. Pero a unos metros de aquella luminiscencia, me detuve. Era un espejo. Espejo que extramente no daba mi reflejo. Me coloqué al frente de aquel objeto, pero nada sucedió.

- ¿Un espejo que no tiene reflejo? Eso sí que es extraño. - Me incline para poder tocar el espejo con uno de mis dedos y una vez mi dedo rosó el vidrio, una silueta de empezó a formar en el espejo.

- ¡¿Pero que...?!

Sin previo aviso, la silueta fue tomando forma hasta que se formó el cuerpo de una chica. No tenía pelo y no tenía color de piel. Era blanca como la misma nieve. Pero a medida que pasaban los segundos, el cuerpo de esa chiquilla cambiaban. Su piel se volvió blanca, con tonos rosados dando a entender que la sangre corría por ese cuerpo. Seguido de que sus pechos fueron creciendo hasta tener... un tamaño más que sorprendente. No eran ni grandes ni pequeños, eran perfectos y redondos. Luego su estómago, se fue aplanado llegando a una figura que cualquiera desearía y no solo eso, tenía los abdominales visiblemente marcados.

-Demonios. El que me esté haciendo ver esto debe odiarme mucho o simplemente quiere burlarse de mí. - Lo dije con tono de sarcasmo, pero con una leve molestia.

Luego siguió la parte posterior, tanto piernas como glúteos estaban bien formados. Seguido mi vista fue a la parte superior y pude ver que lentamente le crecía una cabellera blanca hasta llegar un poco más allá de sus glúteos. Lo más curioso es que en las puntas se podía distinguir un poco de tonalidad negra.

-Qué pelo tan hermoso. Aunque interesante y extraño. ¿Le habrá caído tinta china? - Tomé mi mentón en forma pensativa.

En eso salí de mis pensamientos al ver otro cambio en la chica que estaba al otro lado del espejo. Sus ojos se abrieron y pude ver los bellos ojos que poseía. Eran de un color rojo. Un rojo tan intenso que lo únicas palabras que se me vinieron en la mente fue:

<<Déjame ver si tengo un par de lentes porque con esos ojos, lo más probable es que quede ciega de golpe.>>

Pero, aun así, no podía dejar de verla. Era como si esa mujer recién creada fuera como un imán que me incitara a no apartar la vista de ella.

Entonces una voz se escuchó del vacío mismo.

- ¿Te gustó el regalo que acabo de hacerte? - La voz era grave y con un tono divertido. Pero por alguna razón estaba asustada y preocupada.

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