Narra escritora
Después de haber acampado en el bosque, Gon y Kumi fueron directamente a casa de Mito-san para decirle que harían el Examen del Cazador. Gon era el más nervioso ya que sabía que tal vez su tía le haría algo para que se atrasara y no llegara a hacer el examen. Caminaba cabizbajo y eso Kumi no lo pasó desapercibido.
- ¿Qué sucede Gon? ¿Te ves triste? - bajó un poco la mirada para encontrarse con la del pelinegro.
- Es que... es que estoy seguro de que Mito-san me va hacer una prueba para que yo no haga el Examen del Cazador.
- ¿En serio? - dijo extrañada la albina. - ¿Sabes que creo yo?
- ¿Qué? - esta vez Gon subió la mirada para encontrarse con los de Kumi. Quería saber que era lo que pensaba su amiga.
- Algo me dice, que Mito-san te hará una prueba. Pero una prueba que lo más probable, es para mostrar si estas listo para hacer el examen. No creo que lo haga por maldad, mi intuición me lo dice.
Esas palabras dejaron pensando al chico. Sabía en su corazón que Mito-san lo quería como un hijo, y que el simple hecho de que se vaya de la casa a igual que su padre, la iba a dejar triste.
- No te lo había dicho Kumi-chan pero... quiero hacer el Examen del Cazador para encontrar a mi padre. - lo dijo en tono orgulloso.
- ¿Tu padre es un cazador? - preguntó curiosa Kumi.
- Sí. Me lo contó una persona hace unos años atrás. Se llama Kite y el también es un cazador. Mito-san no sabe de ese encuentro. Nunca tuve el valor para decirle que ya sabía a lo que se dedicaba mi padre y porque se fue y me dejó con Mito-san. -suspiró y bajó la mirada para que Kumi no viera su semblante triste. - Sé que mi papá no me dejó porque me odiase o no me quisiera, simplemente el hecho de ser un Cazador, de tener el poder y los recursos para poder viajar a donde sea, conocer gente y otras cosas grandiosas... me dieron ganas de seguir sus pasos. Por eso quiero ser un Cazador igual que él.
Kumi estaba muy impresionada y conmovida por las palabras que decía su pequeño amigo.
<< Tan pequeño y ya sabe lo que quiere dedicarse en su vida>> pensó.
En cambio ella, no tenía idea lo que quería. ¿Cómo saber a lo que quería dedicarse si ni siquiera sabe quien es en realidad? Eso la fastidiaba, y no pudo aguantar hacer un chasqueo lo cual no pasó desapercibido por el de ojos anaranjado.
- ¿Qué ocurre Kumi-chan? ¿Dije algo que te molestó? - preguntó Gon que visiblemente se había sentido avergonzado por las palabras que había dicho anteriormente. Tal vez lo que comentó no era del agrado para su amiga, ya que después de pensar un poco, había recordado que su compañera no sabía nada de su pasado, y que puede ser, que el simple motivo de haber dicho algo sobre su padre, le haya causado dolor por no saber quien eran sus parientes.
- ¡No Gon! Es solo que... es solo que tu ya sabes lo que quieres hacer en tu vida. Eres un niño y hablas con tanta seguridad que me da un poco de envidia. Pero de la buena eso si -rio para calmar un poco a Gon el cual tenía un gesto de estar preocupado. - ¡Tranquilo Gon! ¡No es para que me mires de esa forma! Sé que tarde o temprano sabré a lo que quiero dedicarme en mi vida y puede que inclusive recupere mis recuerdos. Así que... ¡Animo! Sé que hallaras a tu padre. Ahora que lo pienso. ¿Cómo se llama?
- Ging. Se llama Ging.
Cuando escuchó ese nombre, una presión en el pecho molestó a Kumi. Se agarró el polerón gusto donde estaba ubicado su corazón y empezó a sentir que el aire le faltaba.
<< ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué siento que ya he escuchado ese nombre antes?! >> pensó.
Gon detuvo su caminata y se paró frente a Kumi y la agarró de los hombros al ver que está estaba pálida y agarrando su suéter justo donde se encontraba su corazón. Creía que en cualquier momento le iba a dar un ataque al corazón.
- ¡Kumi estás bien! - gritó desesperado Gon.
- Sí... Solo deja que me calme un poco. - dio una bocanada grande y expiró suavemente hasta que se aseguro de sentir sus latidos tranquilos como antes. Una vez que verificó que ya estaba bien, abarró las manos de su amigo y las quitó lentamente. - Tranquilo, ya estoy mejor. Perdón por preocuparte Gon. Será mejor que nos apuremos en llegar a casa. Ya va ser hora de almorzar y Mito-san y Abe-san deben estar preocupadas.
Sin más agarró la mano derecha de Gon y retomaron el rumbo a casa. En el trayecto, ninguno de los dos dijo una sola palabra.
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Narra Kumi
Eran como las dos de la tarde. Se podía oler a la distancia un rico aroma a comida. Carne con algunas especias era el que más predominaba, se me hacía agua en la boca. Podía escuchar mis tripas sonar al ser estimuladas con esa exquisita fragancia. En eso escuché otro sonido de tripas, giré mi cabeza para dirigir mi vista a Gon el cual rápidamente la volteó. Estaba muerto de hambre igual que yo. No pude escapar una risa, lo que hizo que toda la cara de Gon quedara rojo por la vergüenza.
Cuando llegamos a la entrada de la casa, Gon se detuvo al frente de la puerta. Tenía los puños bien apretados, estaba nervioso por como Mito-san se tomaría la noticia de que el quería ser un Cazador. Sin más lo abracé y le susurré:
- Gon, todo esta bien. Yo iré contigo hacer el Examen del Cazador, así que tranquilo. Debes mostrarle a Mito-san de que estas preparado y determinado, que no dudas ningún segundo en lo que vas hacer. Si ve eso, de lo más seguro que te dejará ir.
Me separé del cuerpo de Gon y el se volteó a verme con sus ojos bien brillantes. Estaba feliz y pude ver una llama en esos grandes ojos. Se había decidido definitivamente y no daría marcha atrás.
Giró la perilla y abrió la puerta. A lo lejos vimos a Mito-san dejando unos platos en la mesa, Abe-san estaba picando algunos vegetales que lo más probable eran para alguna ensalada. Al escuchar unos pasos levanto la mirada y sonrió al vernos.
- ¡Gon! ¡Kumi-chan! ¡Llegaron justo a tiempo para almorzar! Siéntense, les daré un plato con el estofado que acabo de hacer.
Nos sentamos en la mesa, yo me coloqué al lado izquierdo de Gon. Lo miré y le sonreí y el me devolvió la sonrisa.
A los segundos Mito-san nos dejó dos grandes platos con estofado. Olía delicioso. Agradecí la comida y sin más di el primer bocado. Abrí mis ojos de golpe y no pude aguantar la alegría y satisfacción de comer algo tan delicioso.
-¡Mmmm! ¡Esto esta delicioso Mito-san! ¡Debería ser un chef profesional!
Todos se rieron por los sonidos y gestos que hacía mientras disfrutaba la comida. ¡Pero para que estamos con cosa! ¡Esa mujer tenía mano de monja!
A los minutos tanto Gon como yo terminamos nuestra comida. De reojo pude ver que el rostro de Gon estaba serio. Le iba a decir a Mito-san que iba a hacer el Examen del Cazador.
- Mito-san. Quiero hacer el Examen del Cazador.
Un estruendo sonó en el comedor. Un plato se había roto. Fijé mi vista a la espalda de Mito-san y pude notar que estaba temblando.
<< Era lo que creí. No quiere que Gon se vuelva un cazador.>> pensé.
Mito-san se volteó y discrepó a Gon de como había averiguado o escuchado sobre el Examen del Cazador. Gon no dijo nada, solo le dijo que ya sabía que su padre era un cazador y que él quería ser como Ging, su padre.
Después de una leve pero a la vez larga disputa, Mito-san le hizo una prueba. Gon me miró nervioso, le coloqué mi mano en su hombro en señal de que todo iba a salir bien. Puso atención a su tía y ella le dicto lo que debía hacer para que le permitiera hacer el examen. Pescar ni más ni menos que "El Maestro del Lago".
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El Despertar
Fantasy¿Qué pasaría si una noche te vas a dormir y de la nada despiertas en un lugar totalmente obscuro? ¿Qué pasaría si te revelasen que no es un sueño lo que te esta pasando si no algo más? Kumi Kuroshiro es una chica que despertó en un mundo en que todo...