Capítulo 46

2.1K 155 7
                                    

UN CUERVO SIN NOMBRE
SE TRANSFORMA EN
UNA ROSA DORADA

. . . .

Luego de ayudar a Jon a vestirse con su típica ropa norteña, ambos salimos de la celda y, guiados por los soldados, finalmente arribamos a la flota que nos llevaría de regreso al Dominio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de ayudar a Jon a vestirse con su típica ropa norteña, ambos salimos de la celda y, guiados por los soldados, finalmente arribamos a la flota que nos llevaría de regreso al Dominio.

—¡Jon! —corrió a abrazarle Sansa—. Desearía que hubiese otra manera, ¿puedes perdonarme?

— El Norte es libre gracias a ti —le respondió Jon.

—Pero perdieron a su Rey.

—Pero ganaron una reina —respondí—. La hija de Ned Stark los representará muy bien.

—No podrían tener a alguien mejor —agregó Jon.

—Serás un increíble Guardián del Sur —le abrazó Sansa, mientras sollozaba.

—Pueden venir a verme al Dominio —les tranquilizó Jon—. Además, pronto tendrán que venir a vernos... A menos que planeen no asistir a nuestra boda.

—No puedo —respondió Arya—. No regresaré al Norte, quiero descubrir qué hay al Oeste de Westeros. Ahí es donde los mapas terminan.

—Tu viaje puede esperar —le dijo Bran—. A menos que desees perderte el gran anuncio que dará Jon en su boda.

—Su majestad, lamento no haber estado cuando me necesitó —le dijo Jon.

—Estabas exactamente donde debías estar —le respondió—. Y estarás exactamente en donde debes estar.

—¿De qué noticia está hablando Bran? —preguntó Sansa.

Jon no respondió, simplemente tiro de mi brazo y me obligo a correr hasta la flota perteneciente a la Casa Tyrell.

La Casa Tyrell había liberado a Ser Bronn, quien ahora se había convertido en el Consejero de la Moneda de Bran Stark. Al parecer, a Bronn no parecía haberle agradado en absoluto el hecho de que nuestro matrimonio había sido disuelto.

—¿Qué ha ocurrido con Drogon? —le pregunté a Jon.

—Se ha marchado al Este —respondió—. Aún no entiendo por qué, pero el me perdonó la vida.

—Quizás porque posees sangre de dragón.

—Y también de lobo —me recordó.

—Hablando de lobos, ¿dónde está Ghost? —le pregunté.

—¡Por los Siete Infiernos! —maldijo Jon—. Está en el Norte, debo ir a buscarlo. No obedecerá a nadie más.

—No puedes ir al Norte, fuiste exiliado —le dije—. Le pediremos a Tormund que lo traiga con nosotros al Dominio. Enviaremos flotas para que el Pueblo Libre pueda acompañarlo, hay muchas tierras en el Dominio listas para ser pobladas.

La marca de los Tyrell | Jon Snow GOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora