𝐋𝐄𝐘 𝐍°𝟕 | ❝ Tras el cumpleaños número dieciséis del primogénito legítimo y futuro heredero del Reino del Dominio, este deberá ser marcado con el escudo familiar en su brazo dominante. Todo heredero que incumpla con esta ley deberá ceder el tron...
—Sam, ¿vendrás a la cripta conmigo y con Gilly? —le pregunté.
—¿Por qué todos olvidan que fui el primero en matar a un Caminante blanco? —se quejó—. He matado a Thenns.
—Thenn —le corregí—. Solo asesinaste a uno.
—Salvé a Gilly más de una vez y también robé una cantidad considerable de libros de la ciudadela —continuo diciendo Sam—. Me necesitan allí.
—Si hemos llegado a eso, entonces estamos jodidos —se burló Eddison.
—A veces pienso en cómo comenzó todo —dijo Sam—. Nosotros, Glenn, Pyp...
—Y ahora solo quedamos nosotros cuatro —finalizó Jon.
—Que el último sobreviviente nos queme a los demás —dijo Eddison.
—Si mueren, no vengan a buscarme a la cripta —les pedí.
—Si muero, entonces la casa Tarly aún sobrevivirá gracias a ti —me abrazó Sam.
Me despedí de ellos y me dirigí hacia la cripta, hasta noté que Jon venía tras de mi. Me detuve y me di la vuelta, quedando frente a frente.
—¿No vas a despedirte de mi? —me preguntó—. Podría morir allí afuera.
—Acabamos de despedirnos todos —le dije—. Aunque si lo que deseas es una despedida más apasionada, me temo que te has confundido de reina. Las dos tenemos el cabello platinado, seguramente por eso te has confundido de persona.
—Adhara, sabes que... —comenzó a decir.
—Lady Adhara —lo interrumpió Bronn de Aguasnegras.
—Estamos a punto de marchar a la Gran Guerra —me explicó—. Y, aunque me avergüence decirle esto, deseo pedirle un favor.
—Por supuesto —respondí—. ¿Qué clase de fav...?
No logré terminar la oración debido a que Bronn me había empujado hacia el y había unido nuestros labios en un beso. No quería corresponderle, pero sabía que Jon estaba viéndome, así que no me quedaba otra opción que continuar besándolo apasionadamente.
—¿Últimas palabras? —me preguntó Bronn.
—Si desea recibir más favores, entonces debería regresar aquí con vida —le dije.
