𝐋𝐄𝐘 𝐍°𝟕 | ❝ Tras el cumpleaños número dieciséis del primogénito legítimo y futuro heredero del Reino del Dominio, este deberá ser marcado con el escudo familiar en su brazo dominante. Todo heredero que incumpla con esta ley deberá ceder el tron...
VESTIR UNA ARMADURA NO TE CONVIERTE EN GUERRERO PERO SI PUEDE CONVERTIRTE EN UN COBARDE
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En la madrugada, nos había llegado la noticia de que los salvajes habían atacado Villa Topo, donde Samwell había enviado a Gilly junto al pequeño Sam.
—No debí llevarla ahí —dijo Sam.
—No podías saber que esto pasaría —le intenté calmar.
—Por supuesto que si, ya habían atacado aldeas cercanas —me dijo.
—Nos estamos escondiendo mientras asesinan a nuestros hermanos —dijo Grenn—. Sé que tenemos ordenes de quedarnos aquí pero eso no evita que me sienta culpable.
—Gilly está muerta por mi culpa —continuó Sam—. El pequeño Sam... Es como si le hubiese cortado el cuello yo mismo.
—Probablemente haya logrado esconderse —le dijo Jon—. Ella sobrevivió a Craster, a la larga caminata luego de tener un bebé y a un caminante blanco. Ella puedo haber escapado.
—Si atacaron Villa Topo, entonces nosotros somos los siguientes —comprendió Loras—. Necesito preparar a mis hombres.
—Somos cien, ¿como se supone que venceremos a cien mil hombres? —preguntó Eddison—. Si me matan, asegúrense de quemar mi cuerpo. Una vez que me muera ya no quiero regresar.
Todos continuaron embriagándose, excepto por mi y Loras, quien me había dejado muy en claro que no me permitiría participar de la batalla.
—Debemos ir a patrullar —les recordé.
Jon y Sam asintieron y se pusieron de pie para acompañarme hasta la cima del Muro. Allí, nos mantuvimos en silencio la mayor parte del tiempo, de pie junto a una gran fogata que nos permitía mantenernos calientes.
—Juguemos a verdad o reto —propuso Sam—. Consiste en desafiar a uno de los jugadores a elegir entre contestar una pregunta o elegir un reto...
—Creo que todos lo conocemos, Sam —le interrumpí.
—Bien, yo empiezo —dijo Sam—. Jon, ¿verdad o reto?
—Verdad.
—¿Cómo era ella? La salvaje —le preguntó.
—Tenía cabello rojo.
—¿Sus pies eran grandes?
—¿Que quieres preguntarme realmente Sam? —preguntó Jon confundido—. No entiendo este juego.
—Quiero que me digas que se siente tener a alguien —le dijo Sam—. Estar con alguien que ames y que te amen de vuelta.
—Está una persona, toda una persona y la estás rodeando y ella a ti —comenzó a explicarle Jon—. Y por un momento no solo eres tú... No lo sé, no soy un poeta.
