Capítulo 5

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UNA ROSA DORADA
SE TRANSFORMA
EN CUERVO

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Al abrirse las puertas del Castillo Negro, Ghost desapareció de nuestra vista

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Al abrirse las puertas del Castillo Negro, Ghost desapareció de nuestra vista.

—Gracias por traer de vuelta a Ghost —nos agradeció un pelinegro—. Soy Jon Snow.

—A mi lado se encuentra Sir Samwell de la Casa Tarly del reino del Dominio —le presenté—. Y yo soy Criston, su fiel mayordomo.

Samwell me miró confundido, ya que habíamos acordado que aquí asumiría la identidad de mi hermano, lo cual no me resultaba para nada seguro. Ya que una simple carta de Loras o un cuervo que trajese noticias de él lo arruinaría todo.

—¿Qué trae por aquí a un noble? —preguntó un anciano.

—No tuve otra opción —se apresuró a responder Sam—. Mi padre me dijo que si no me unía a la Guardia de la Noche me asesinaría.

—¡Que descortés de mi parte! Olvidaba de presentarme, soy el Gran Maestre Aemon —hizo una pausa—. ¿Y qué hay de ti?

—Soy fiel a la Casa Tarly —mentí—. Ya no me quedan motivos para seguir en el Sur, la muerte me ha quitado a todos mis seres queridos. Lo único que me queda es Lord Tarly.

—Oímos de la extraña desaparición de su futura reina —me contestó Jon Snow—, y del nuevo compromiso del Rey Joffrey.

—¿Nuevo compromiso? —pregunté confundida.

—Tras la desaparición de Lady Adhara, el Rey Joffrey pidió la mano de su hermana.

—¿Lady Margaery? —pregunté alterada. Mi vista se estaba nublando y mi cuerpo había comenzado a sudar. Sam tomó mi muñeca y la apretó fuerte, dándome a entender que estaba ahí para mi.

—Si, ella misma —me respondió—. ¿Se encuentra bien?

—Deben disculparnos —dijo Sam—, hemos hecho un largo viaje y Criston ha pasado cosas horribles, incluso mis hombres intentaron atacarlo —desvió su mirada hasta Ghost—, y si no fuese gracias a tu lobo probablemente estaría muerto.

—¿Ghost te ha salvado? —me preguntó—. Debes contarme toda la historia cuando te encuentres mejor.

Asentí, forzando una sonrisa. Jon parecía un chico agradable, al igual que el Gran Maestre, un anciano de baja estatura y ciego, pero con una sonrisa que inspiraba confianza y amabilidad.

La marca de los Tyrell | Jon Snow GOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora