Siempre cantaré para ti

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Capítulo 19: Siempre cantaré para ti.

El silencio se había instaurado en el lugar, solo dejando paso a la tormenta acompañada por la tenue luz de la chimenea. Ambos estaban acostados uno al frente del otro, algo separados. Vil se encontraba a la derecha de Rook y el cazador le daba la espalda a la ventana.

No dormían, se habían dedicado a mirarse mutuamente, en un pacto sin palabras lleno de sentimientos. Vil acariciaba el hombro de Rook con el dedo índice de su mano derecha, describiendo pequeños círculos, perdido inconscientemente en sus pensamientos.

—Tienes pecas en los hombros—dijo Vil, rompiendo la quietud del mutis.

Rook rió bajo, y levantó una mano para colocarle un mechón de cabello tras la oreja.

—Lo notaste, tengo un mapa estelar difuso escrito en mi piel.

Vil pestañeó con sopor y liberó un suspiro algo entrecortado. Se acomodó en la almohada y miró el antebrazo derecho de Rook: había olvidado que se había dañado esa mañana. Llevaba un pequeña venda. Se sorprendió de haberla obviado todo el momento: ¿Qué tan excitado estaba?

Sus ojos comenzaron a pasearse con mayor libertad por el resto de la piel descubierta de Rook, descubriendo que tenía otras cicatrices pequeñas y superficiales. Estaba algo adormilado cuando sintió la mano de Rook posarse sobre su cintura, mientras le miraba fijamente, como pidiendo permiso.

—¿Te duele?—preguntó, mirando la curación—. en la mañana se veía un montón de sangre.

—Non, fue un pequeño corte.

Vil de pronto sintió algo en el interior de su pecho: ¿Qué tan seguido sentía la calidez de un abrazo?

Neige solía abrazarle, pero para Vil era una especie de molestia casi ignorable. Nadie más lo hacía ni tampoco sentía la necesidad de sentirse resguardado en otra persona, pero esa noche...

Cerró los ojos y tragó con suavidad para acercarse a Rook y acunarse en su pecho. Sintió como la totalidad de su intimidad rozó con la propia mientras se acomodaba y aquello fue suficiente como para que Vil sintiera que se estaba dejando expuesto, bajando las defensas que resguardaban su corazón.

Su mano izquierda se posó sobre la cintura de Rook y recorrió su espalda hasta llegar a su hombro para abrazarlo con calidez. El cazador dejó de respirar un momento, pensando que aquello sería un tesoro invaluable en sus memorias: Vil, tan perfecto e inquebrantable, de porte real y mirada serena, quien parecía no necesitar nada para ser autosuficiente ahora estaba entre sus brazos, con los ojos cerrados.

¿Cuántas noches había deseado algo así?

Rook lo atrajo más hacia sí, depositando un beso suave en su frente: si su Reina necesitaba afecto, él se lo daría. Mantendría el secreto en el silencio de sus labios, en la reminiscencia de sus noches, en las líneas de sus poemas.

Algún día Rook le entregaría todos los poemas que le había escrito en el anhelo de sus suspiros.

—Vil—susurró Rook, sintiendo el suave aroma de sus cabellos—, quiero pedirte algo.

—Dime.

—¿Me permites acompañarte hasta que nuestros caminos se separen?

Vil frunció el ceño levemente y abrió los ojos para observar las pecas del hombro de Rook.

—Creí que serías alguien que cree en el "felices para siempre".

—Creo que tú no crees en eso—contestó rápidamente Rook, mientras comenzaba a acariciar el cabello de Vil—. Prefiero vivir el día a día hasta que decidamos seguir nuestros propios horizontes.

Corona de Sangre [RookVil TWISTED WONDERLAND]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora